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Kirguizistán aspira a ser el primer país parlamentario de Asia Central

La presidenta da por aprobado el referéndum, aunque los resultados tardarán cuatro días.

el 27 jun 2010 / 18:58 h.

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La comisión del referéndum llevan la urna a los votantes que no pueden acudir a los colegios bajo la protección militar.

Los ciudadanos de Kirguizistán, república ex soviética de Asia Central que en menos de cinco años derrocó a dos presidentes, votó ayer en referéndum el paso de un régimen presidencialista a uno parlamentario.


Los kirguizes deben responder si aceptan el proyecto de Constitución propuesto por el Gobierno Provisional y aprueban la candidatura de la presidenta interina de Kirguizistán, Rosa Otunbáyeva, al cargo de jefe de Estado.


El plebiscito, que según las autoridades se caracterizó por una activa participación ciudadana -al menos del 55,7%-, tiene por trasfondo los graves disturbios étnicos de hace dos semanas, que dejaron casi 300 muertos.


Al poco de cerrar los colegios electorales (20.00 hora local, 16.00 en España), Otumbáyeva dio por aprobada la nueva Constitución, que convertiría a Kirguizistán en la primera república parlamentaria de Asia Central. La presidenta interina hizo estas declaraciones pese a que los resultados oficiales del escrutinio sólo se conocerán dentro de tres o cuatro días.


"Hoy -por ayer- es un día histórico, hemos aprobado la nueva Constitución", proclamó Otumbáyeva, que en el plebiscito de ayer también convalidó su cargo de jefa provisional del Estado. La votación, insistió, transcurrió "sin pucherazos, sin presiones ni abusos de poder".


Sin incidentes. Los 2.281 colegios de votación cerraron sin mayores incidentes y con la participación de al menos el 55,7% del electorado de Kirguizistán. También fue más alta de lo que se esperada la concurrencia de los emigrantes kirguizes que trabajan en otros países ex soviéticos y que alcanzó al menos el 47% de asistencia a las urnas. Las fuerzas del orden, que elevaron las medidas de seguridad, especialmente en la capital y en el sur del país, que hace dos semanas fue escenario de violentos enfrentamientos, no informaron de intentos de impedir el plebiscito.


Los más de 75.000 refugiados que huyeron de los enfrentamientos y ya han regresado al país, así como las casi 300.000 personas provisionalmente desplazadas de sus hogares pueden votar en los colegios más próximos a su actual paradero. La población uzbeka, principal víctima de los recientes enfrentamientos violentos, participó activamente en el plebiscito.


"La gente acude a las urnas con la esperanza de evitar la repetición de lo ocurrido y de restablecer cuanto antes el orden legal", dijeron portavoces de la diáspora uzbeka de las regiones de Jalal-Abad y Osh, donde constituyen parte importante de la población. Explicaron que hace unos días, tras los trágicos sucesos, muchos uzbekos étnicos no se proponían participar en el referéndum. "Pero tras sopesar todos los pro y los contra, la gente decidió votar", resumieron.


Para impedir posibles incidentes, las comisiones electorales se desplazan con las urnas a los majali, como llaman en Kirguizistán a los barrios uzbekos.
También la presidenta interina se desplazó al sur del país para votar en un colegio en Osh, ciudad que fue uno de los principales focos de violencia y donde sólo el sábado fue levantado el toque de queda. "Queremos recuperarnos de las graves heridas sufridas en los últimos tiempos. El pueblo tiene fe en nosotros y haremos todo para no defraudar sus esperanzas", declaró a pie de urna.


Pese a la aparente calma, la situación sigue siendo tensa.
revuelta tras revuelta. Por su parte, los partidos de la oposición al Gobierno Provisional cuestionaron la alta participación. "Dudo mucho de que los datos de la Comisión Electoral Central (CIC) se correspondan con la realidad", declaró el líder del partido "Kirguizistán Unido", Adaján Mamurádov. Hasta la revuelta popular que en abril pasado derrocó al presidente Kurmanbek Bakíev, refugiado en Bielorrusia, Mamurádov encabezaba el poderoso Consejo de Seguridad. También Bakíev llegó al poder como resultado de una revuelta en marzo de 2005, que obligó al hasta entonces presidente Askar Akáyev a exiliarse en Rusia.

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