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La biblioteca del Prado, un final "desgraciado" para la ciudad

el 21 mar 2012 / 12:52 h.

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Desde hace años, el esqueleto de lo que podría haber sido la biblioteca del Prado 'decora' los jardines.

El recién nombrado rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, ha vuelto a incidir hoy en la necesidad que tiene la ciudad de un proyecto cultural como representaba la biblioteca del Prado, un plan que corresponde ahora al Ayuntamiento decidir dónde ubica. Sin embargo, su postura ha quedado clara esta mañana durante el XVII Salón del Estudiante, donde ha resaltado que se opondrá al derribo de lo construido en la biblioteca del Prado, diseñada por la arquitecta Zaha Hadid.

Ramírez de Arellano ha remarcado que es el Ayuntamiento, y no los vecinos, ni la Justicia, la "autoridad urbanística" competente para plantear qué se hace en el Prado. La Universidad se opondrá al derribo porque entiende que, por ejemplo, el aparcamiento con capacidad para 80 plazas es "compatible" con los jardines.  

El rector si sé mostró especialmente triste ante cómo han transcurrido los hechos en todo lo relacionado con la biblioteca, un asunto con final "desgraciado" para la ciudad.

La primera decisión como flamante rector de la Universidad de Sevilla de Antonio Ramírez de Arellano, hasta hace una semanas vicerrector de Infraestructuras, ha sido la de sacrificar el macro proyecto cultural de los jardines del Prado por una modesta biblioteca central en lo que iba a ser la sede de la Fundación universitaria en Eritaña, entre los pabellones del 29 de Brasil y México, en el pulmón verde del Parque de María Luisa. Este enclave no ha estado exento de polémica también. El Ayuntamiento y la Universidad han tenido que acordar un "reajuste" del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para evitar la invasión del ladrillo en un espacio verde protegido. El proyecto de la Fundación ya cuenta con la licencia municipal oportuna y, con este aval técnico, la Universidad de Sevilla ha podido dar el paso. Se conforma de hecho con reducir el proyecto de la biblioteca del Prado a la mitad. Porque de los 5.000 metros cuadrados con los que iba a contar el proyecto diseñado por la arquitecta Zaha Hadid se pasará a justo la mitad, y de la arquitectura de vanguardia y llamada a ser un símbolo de la ciudad, a un boceto discreto.

"Resolvemos un problema académico que teníamos, porque al no poder continuar con la biblioteca en el Prado, la rehabilitación de la Fábrica de Tabacos y todo el proyecto de reordenación de espacios allí los teníamos parado. Estábamos constreñidos. Esto era imperioso". Por esto las fuentes académicas consultadas aluden a buscar una salida lo más airosa posible al proyecto de construir una biblioteca central de la Universidad de Sevilla. Los daños colaterales en lo académico son menores, perfectamente asumibles. La Fundación se queda sin edificio propio, repartida entre el pabellón de Brasil, donde actualmente está, y el futuro edificio de transferencia tecnológica que se está terminando en la plaza sony de la isla de la Cartuja.


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