Con la diplomacia de medio mundo revuelta por la difusión en Wikileaks de informes de los embajadores estadounidenses que revelan los entresijos de las relaciones internacionales, el artículo 20 que la Constitución Española dedica a la protección de la libertad de expresión se convirtió ayer en el protagonista del homenaje a la Carta Magna en su 32 aniversario.
El tema lo sacó uno de los galardonados con los premios Plaza de España que se entregan en este acto, el presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz, Fernando Santiago, que recordó cómo una de los primeros acuerdos de las Cortes de Cádiz que elaboraron la Constitución de 1812 fue aprobar el decreto de libertad de prensa para "poner freno a la arbitrariedad de los gobernantes". Las filtraciones de Wikileaks, dijo, "demuestra la necesidad de seguir usando la libertad de información como freno a la arbitrariedad de los gobernantes".
Cuando llegó el turno al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, no dudó en entrar en el asunto para defender sus matizaciones a la libertad de expresión porque "aquello que está oculto está bien que se exponga, pero hay otra parte que forma parte de la intrahistoria que está bien en la intrahistoria". Para apoyar su postura, se retrotrajo a 1978. "¿Ustedes se imaginan que cuando el consenso constitucional se hubiese puesto cada día en los periódicos lo que pensaba cada uno en lo más íntimo o que resaltara simplemente las diferencias? Hay veces que hay que ser políticamente correctos", subrayó.
Al margen de este guiño a la actualidad más candente, el acto de ayer estuvo marcado por las habituales alabanzas al papel desempeñado por la Carta Magna en la cohesión territorial y el desarrollo homogéneo de todas las comunidades.
En un momento en el que desde el PP e instituciones financieras y europeas se cuestiona la sostenibilidad económica del Estado de las Autonomías, mientras los partidos nacionalistas catalanes defienden un sistema fiscal propio, tanto el delegado del Gobierno, Luis García Garrido como Griñán loaron las bondades del modelo autonómico y apelaron a la "cooperación" entre regiones ante la crisis. "Ahora más que nunca es necesario impulsar los valores democráticos de la solidaridad y el consenso", subrayó Garrido, quien también instó a "explicar tantas veces como sea necesario" las medidas anticrisis.
Griñán, que lleva días manifestando su oposición frontal a las pretensiones catalanas, reiteró "la apuesta de Andalucía por garantizar la igualdad de todos los españoles vivan donde vivan" como hace 30 años.
"el valor España". Para el presidente, el Estado de las Autonomías es "una seña de identidad de la Constitución" y un "éxito político y económico" que ha permitido a todas las regiones sin excepción crecer hasta converger con Europa. Pero alertó de que hay que mantener ese éxito "día a día y éste es un momento para garantizar la cooperación". Ante la crisis, "lo primero es fortalecer el valor España dentro y fuera" en aras de su competitividad en la economía global y abogó por consensos en materia de estabilidad presupuestaria, educación, desarrollo sostenible o innovación.
En el acto también fueron galardonados el Festival de la Guitarra de Córdoba, el presidente de la Audiencia de Sevilla, Damián Álvarez, y el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre, Virgilio Sañudo. Hubo una importante presencia de altos mandos policiales y militares pero no así de políticos. De la Junta sólo acudió la consejera de Salud, María Jesús Montero; no estuvieron los líderes sindicales y empresariales; y, salvo la presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves -que también presidía el acto-, la representación parlamentaria y de los partidos fue de segunda fila. Este año sí hubo ágape.
