El poder político del PP en la Costa del Sol será de más del cuádruple del que tendrá el PSOE si prospera el lunes la moción de Benalmádena. Los populares gobernarán en seis de las 14 alcaldías, frente a las tres socialistas.
La guerra política se ha desatado en la Costa del Sol. El detonante ha sido la moción de censura que mañana se debatirá en el Ayuntamiento de Benalmádena. Una operación política sobre el alambre por la que el PP unirá sus cuatro concejales a otros nueve de seis grupos independientes diferentes para desbancar de la alcaldía a los socialistas.
Si este golpe político prospera, el PP gobernará sobre el 76,1% de la población costasoleña y sólo un 17,3% quedaría bajo la batuta del PSOE, informó Efe. Los socialistas ya diagnosticaron hace años que el litoral y las grandes ciudades constituyen su talón de Aquiles. La pérdida de Benalmádena no hace sino confirmar ese retroceso en franjas clave.
Si sale adelante la moción de censura contra el PSOE en Benalmádena, el PP extenderá su poder y tendrá seis alcaldías en la zona al contar ya con cinco mayorías absolutas (además de las dos de mayor población -Málaga y Marbella- otras importantes como Fuengirola, Torremolinos y Nerja). Por su parte, el PSOE posee tres alcaldías, Vélez-Málaga y Estepona en virtud de pactos con varios partidos (en el primer caso tras una moción de censura contra los populares, que fue el grupo más votado) y la de Mijas con mayoría absoluta.
Izquierda Unida tiene el mismo número de alcaldías costeras que los socialistas, aunque son localidades más pequeñas (Torrox, gracias a un pacto múltiple y pese a que el PSOE fue el más votado; Manilva, mediante un acuerdo con otro grupo, y Casares, con mayoría absoluta).
El alcalde de Rincón de la Victoria es del Partido Social Independiente local (PSIRV) por un pacto con los socialistas, por el que éstos tomarán el relevo en la segunda mitad del mandato y la Alcaldía de Algarrobo es del Partido Andalucista (PA) tras un acuerdo con los populares.
La incorporación de Benalmádena al mapa de poder del PP -además de ser un objetivo largamente acariciado por este partido- daría como resultado una continuidad en cuatro ciudades limítrofes una con otra, todas ellas importantes y con destacada fuerza turística.
Pero ese poder no se traducirá en la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental, que agrupa once localidades (no sólo las de litoral). Todos los grupos se han aliado para excluir del poder a los populares. El líder del PP-A, Javier Arenas, calificó ayer de "disparate monumental" esa alianza contra su partido.
