La Junta quiso matizar ayer uno de los puntos más espinosos del Presupuesto para 2012, la congelación del sueldo de los empleados públicos. Después de que la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, lo diera por hecho al presentar la semana pasada las grandes cifras de las próximas cuentas, las primeras en positivo después de dos años, su departamento aclaró ayer que la variación salarial dependerá de lo que haga el Estado con sus funcionarios. Es decir, si el próximo Gobierno que salga de las urnas tras el 20 de noviembre decide otra actuación para los empleados públicos que no sea la congelación salarial que ahora impera, la Junta hará lo mismo en Andalucía.
A los empleados públicos de Andalucía se les "aplicarán las variaciones retributivas que se realicen por norma estatal con rango de ley para el año 2012". Esta matización aparece en la Disposición Adicional Duodécima del Presupuesto andaluz, pero en el texto también se lee que el sueldo de los funcionarios no experimentará "crecimiento alguno". El Ejecutivo rebajó por decreto ley en mayo de 2010 la nómina de la plantilla pública en un 5% y la Junta hizo lo mismo pero lo extendió a todos sus empleados.
Este recorte provocó la indignación de los trabajadores públicos que en Andalucía, además, mantienen un duro enfrentamiento con la Junta por la reordenación del sector público. La guerra de los funcionarios está siendo uno de los frentes más polémicos para el Gobierno de José Antonio Griñán, de ahí que la Consejería de Hacienda se apresura a matizar ayer que el futuro salarial dependerá de lo que haga Madrid. El Partido Popular, que ha sabido rentabilizar al máximo la bronca de los funcionarios con la Junta, filtró el pasado viernes en el Parlamento el artículo del Presupuesto que habla de la congelación del sueldo de los empleados públicos.
rifirrafe político. A la espera de conocer al detalle las cuentas para el próximo año, una vez más se han convertido en la diana de la oposición. Los populares tildan de "falsos e irreales" los números que ha previsto el Gobierno andaluz. En la última sesión de control al Gobierno en la Cámara, el líder del PP-A, Javier Arenas, le reprochó a Griñán que el Presupuesto aumente un 1,2% cuando se prevé un crecimiento moderado del PIB (del 1%) y el año anterior, con una previsión más optimista de la economía andaluza, las cuentas cayeran un 6,1%.
El PP critica que la Junta, justo cuando está más cerca la obligación de cumplir con el compromiso de control del déficit público, agote su nivel máximo de endeudamiento. El presidente dejó claro que, a su juicio, la salida a la crisis no pasa por tantos recortes, pero defendió que las cuentas andaluzas son restrictivas. Tildó además de "irresponsables" a las comunidades del PP por no hacer sus deberes. En la misma línea, el PSOE-A defendió ayer que la Junta presenta un Presupuesto "valiente, riguroso, austero y restrictivo". La secretaria de Organización, Susana Díaz, denunció que las regiones del PP se nieguen a elaborar sus cuentas bajo "la excusa peregrina" de que no hay prórroga de los Presupuestos Generales. "Es esperpéntico e irresponsable", dijo.
