Sevilla borra de su historia al general Queipo de Llano y lo hace por la vía democrática. La Diputación de Sevilla seguirá los pasos dados el pasado mes de julio por el Ayuntamiento de Sevilla y revocará todos los honores concedidos al autor del golpe militar en Sevilla en 1936 en el Pleno que celebrará hoy.
Pero Queipo de Llano no será al único al que le retirarán todos su títulos, sino que también seguirá el mismo camino el dictador Francisco Franco Bahamonde que, entre otros reconocimientos, tenía el de presidente de honor de la Diputación.
La propuesta, que viene impulsada para cumplir con la Ley de Memoria Histórica, establece que se revoque la distinción que la Diputación de Sevilla hizo el 25 de agosto de 1936, cuando nombró Hijo Predilecto a Queipo de Llano. Además, también retirará el nombramiento de Presidente de Honor de la Diputación que se concedió el 21 de marzo de 1946 a Franco, así como la Medalla de Oro de la Diputación de Sevilla, que recibió en el año 1968.
Dudas . Tras su inclusión en el Pleno, ahora toca esperar si la retirada de Queipo de Llano será por unanimidad de todos los grupos políticos -como ya ocurrió en el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla- o bien habrá algún diputado que se abstenga.
En este sentido, el portavoz del Grupo Socialista en la Diputación, Francisco Díaz Morillo, ya avanzó que en la comisión informativa se topó con la abstención de un representante del PP. Sin embargo, Morillo vio poco probable que esa misma situación se repita en la sesión plenaria de hoy. "Creo que lo aprobarán porque sólo se está cumpliendo con la ley", indicó el portavoz socialista.
Además, los diputados del PP tienen como referencia más cercana la postura adoptada por los ediles del Ayuntamiento de Sevilla. El Pleno municipal del pasado 18 de julio -que casualmente se llevó a cabo con el 72 aniversario del golpe militar de 1936- vio cómo el Gobierno y la oposición pactaban juntos la retirada del título de Hijo Adoptivo a Queipo de Llano.
Además, coincidieron en el voto a favor del cambio de nombre de 24 de las 39 calles franquistas que iban a ser eliminadas. Esta decisión causó incluso algo de sorpresa, puesto que la propia Ley de Memoria Histórica fue rechazada en su día por el PP en el Congreso de los Diputados y muchos de los municipios gobernados por los populares han eludido el cumplimiento de retirar los símbolos de la dictadura franquista.
