La ubicación de la mezquita en la Cartuja ha dejado más patente aún las diferencias entre el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y la Confederación de Empresarios de Sevilla, que ha criticado en numerosas ocasiones la falta de inversiones y el incumplimiento de los plazos por parte del Gobierno municipal.
Ayer los empresarios sevillanos respondieron en un comunicado a las declaraciones realizadas el domingo en una entrevista en la que el alcalde aseguraba que "no era de recibo" la actitud contra la mezquita "de personas de un parque tecnológico, donde la innovación y el conocimiento son los elementos fundamentales".
Estas palabras llevaron ayer a la CES a asegurar que es "desalentador" que el alcalde "ataque a los colectivos clave de la economía y el desarrollo local y se proclame como hacedor de los que, denomina, empresarios de verdad", calificando además sus declaraciones de "graves acusaciones".
A esto, la organización añadió que las "empresas comprometidas históricamente con Sevilla con grandes inversiones y con creación de miles de empleos están vinculadas a la CES".
Por su parte, la reacción del alcalde no se hizo esperar. Por un lado, por la mañana en un acto informativo, volvió a arremeter contra la actitud de los empresarios, asegurando que "no tiene sentido que surjan esas voces", cuando "la determinación fue tomada tras hablar con Cartuja 93 y los empresarios".
Por la tarde, Alfredo Sánchez Monteseirín, emitió un comunicado en el que hacía suyas las palabras del presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Santiago Herrero, en referencia a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en las que señalaba que el representar intereses de grupo "desposeería a la CEOE de representatividad".
Aplicado al ámbito local, el alcalde entiende que la entidad es "producto de una hermosa historia" y que "han sido más los aciertos que los errores" que le han consolidado como "más que un club privado".
