Foto: J.M.Paisano La célebre saya de los volantes de la Macarena, una de las piezas de mayor virtuosismo técnico en el arte del bordado, ha recobrado su esplendor original gracias a los trabajos de restauración llevados a cabo durante los últimos meses en el taller de Charo Bernardino. La saya, fechada en el año 1936 en el taller de Victoria Caro siguiendo un diseño de Ignacio Gómez Millán, presentaba tres niveles de deterioro: la alteración de su primitivo diseño (en los años 80 se amplía con unos bordados antiguos que no eran originales); la pérdida del soporte, el tisú, en algunas zonas (a pesar de que en esa misma restauración, dirigida por las Hermanas Martín Cruz, se optó por reentelar el soporte original sobre otro tisú); y el lógico deterioro de los bordados con el paso de los años (si bien, se ha logrado salvar el cien por cien de las piezas), según explicó a este periódico el profesor Andrés Luque Teruel. Gracias a esta «dificultosa» restauración, por la minuciosidad de las piezas, «se ha recuperado la cinturilla de la Virgen,