Lleva buena parte de sus 90 años trabajando por los más necesitados. Creó un programa de radio para dar voz a los inmigrantes. Amamantó a un bebé llegado en patera a Caños de Meca... No son héroes, pero su importante labor como voluntarios les ha merecido un reconocimiento por parte de la sociedad andaluza.
Este año se cumple la novena edición del Premio Andaluz al Voluntariado, que galardona la labor de entidades, personas, medios de comunicación y empresas que "se han distinguido en los ámbitos sobre los que se proyecta la acción voluntaria organizada". Entre ellos, el trabajo con discapacitados, inmigrantes, víctimas de la violencia de género, enfermos, etc.
Desde el años 2001 se ha entregado un total de 45 estatuillas (al más puro estilo Óscar), aunque "nos faltarían muchos premios y modalidades para hacer justicia con todos", explica el director general de la Agencia Andaluza del Voluntariado, Higino Almagro. "Sobre todo teniendo en cuenta que en Andalucía hay más de 360.000 voluntarios y 4.000 entidades sin ánimo de lucro".
El primer premiado en la modalidad de colaborador fue Luis Marquijano, quien hace más de 20 años fundó el centro terapéutico El Manantial en Castellar de la Frontera (Cádiz). Ha atendido a cientos de toxicómanos y, "lo que es muy importante, a sus familias, que están muy desorientadas", insiste Luis. Él cree que en el trabajo de voluntario "se nace, no se hace". Y lo dice desde la voz de la experiencia, ya que ha cumplido 77 años de una vida de servicio a los demás.
Largas trayectorias vitales han sido reconocidas a lo largo de casi una década de premios. En 2004 se homenajeó a Felipe Cecilia Franco, que lleva "unos 45 años" (ni él lo recuerda exactamente) colaborando con Cáritas de Sevilla. "Me dio muchísima alegría, no tanto personalmente como por saber que en el premio se estaba reflejando la labor de tantísimos compañeros", recuerda.
todo un récord. Pero la marca más difícil de superar será la que dejó el año pasado Mercedes Carranza, una señora de Chiclana de 90 años a la que los esfuerzos en favor de los más necesitados no han desgastado ni un ápice. Mercedes colabora con Cáritas de su parroquia y con la asociación jerezana Madre Coraje. Su casa es un punto de recepción de material de ayuda, que ella clasifica y prepara con esmero antes de que un camión lo recoja. "Hay mañanas en las que me encuentro en la puerta hasta diez bolsas de ropa, zapatos o cinturones". "Cuando me propusieron para el premio, dije que me daba igual que lo hicieran, porque sería imposible que me lo dieran a mí... quién se iba a acordar de una vieja de 90 años. Pero un día cogí el teléfono y eran de la Junta; pensé que era una equivocación".
Los premios han reconocido también el ímpetu de jóvenes solidarios, como son los miembros de Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil (AVOI), galardonada en 2007 por su dedicación a los niños ingresados en el materno-infantil de Málaga. Desde el año 1993, 170 voluntarios trabajan para que la estancia hospitalaria de estos niños sea "lo más llevadera posible", según explica Antonio Cristóbal Ruano, coordinador en AVOI. "El estado de ánimo influye en la recuperación". Así lo demuestran las sonrisas que a diario arrancan los juegos, talleres de manualidades o fiestas de disfraces que organizan.
Los medios de comunicación cuentan también con una modalidad en los premios. Los micrófonos del programa Bienvenidos de Canal Sur Radio le valieron a su director, Juan José Téllez, el reconocimiento en 2002 por dar cabida en ellos a los inmigrantes. "Son los náufragos de la globalización, las víctimas del tráfico de las rápidas autopistas del capitalismo salvaje", los define Téllez.
Se premian los grandes proyectos, pero también los pequeños gestos cargados de humanidad. Como el que tuvo Isabel Caro en el verano de 2002, cuando no dudó en dar de mamar a la hija de una inmigrante llegada exhausta en patera a las costas de Caños de Meca: "Fue como si fuera mi hija, hubiera sido de poco corazón dejar a la niña llorando".
difícil decisión. Son sólo algunos representantes de una larga lista en la que también se incluyen numerosas ONG, empresas e incluso corporaciones locales que realizan una importante labor de concienciación solidaria en la ciudadanía y que trabajan por hacer un mundo más habitable, solidario y justo. "Para el jurado siempre es muy difícil tomar una decisión, porque las propuestas son numerosas cada año. En realidad, se reconoce a entidades que simbolizan el trabajo que otras realizan en su mismo ámbito", indica Higinio Almagro.
En esta edición, las candidaturas podrán ser enviadas hasta el 1 de agosto. Los galardones se entregarán en diciembre en Málaga, coincidiendo con el Día Internacional del Voluntariado. Ocho colaboradores y entidades serán homenajeados; miles de ellos seguirán en el anonimato. Pero, como afirma Ángeles Sepúlveda (premiada en 2007 por su lucha a favor de la igualdad), más importante que la estatuilla que se entregará es saber que "hay personas que tienen esperanza y creen que la sociedad se puede transformar".
