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La Virgen surca los arenales

Los almonteños saltaron la reja a las 2.50 horas en el momento culmen de la romería rociera.

el 23 may 2010 / 22:00 h.

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La Virgen del Rocío sale de la ermita de la aldea almonteña.

La Virgen del Rocío entró en su ermita sobre las 13,25 horas, tras  recorrer la aldea de El Rocío, en Almonte (Huelva), durante más de  diez horas, ya que sobre las 02,50 horas los almonteños y demás  fieles saltaron la reja para procesionarla por delante de las 107  filiales que han peregrinado hacia la aldea.

Tras la recogida de la Virgen, a lo largo del día, 32 hermandades  emprenderán el camino de vuelta. Concretamente 24 de la provincia de  Sevilla, tales como Coria del Río, Carmona, Osuna, Morón o Gines;  cuatro de Cádiz, entre ellas, Sanlúcar de Barrameda y Rota, y otras  procedentes de varios puntos de Andalucía, según adelantaron a Europa  Press fuentes de la Junta de Andalucía, mientras que otras  abandonarán la aldea a lo largo del día de mañana. 

La Virgen del Rocío ya surca los blancos arenales. Es Lunes de Pentecostés y todas las miradas se concentran en Ella. Después del compás de espera de la tarde de ayer, los almonteños saltaron la rejaa las 2.50 horas esta madrugada para pasear a su Patrona por la aldea. La Blanca Paloma devuelve en esta mañana la visita a los Simpecados de las 107 hermandades filiares que el sábado desfilaron ante el santuario. Es el momento álgido de la Romería.

Tras momentos de tensión seguidos de oros de silencio pese a la muchedumbre amontonada en torno al santuario de El Rocío, los almonteños sacaron a hombros el paso de planta de la Virgen del Rocío mientras la Virgen era aclamada con palmas, oles y piropos dentro y fuera del santuario. No cabía un alfiler.

Hay caritas de sueño y ya se resienten los cuerpos del cansancio acumulado tras tres días de celebración ininterrumpida, pero aún quedan fuerzas suficientes para mantenerse en vela toda la noche y arropar el vuelo de la Blanca Paloma por el Real. Todavía le quedan horas a este sueño y faltan horas para que se repitan las imágenes de cada año: la última salve ante la casa hermandad de Almonte (con las sevillanas del grupo Requiebros incluidas), la gente recogiendo en botellas de agua la arena del suelo de la ermita, abrazos de despedida y de satisfacción por el deber cumplido, y las camisas chorreando de los almonteños y demás devotos de la Blanca Paloma.

La tarde de ayer presagiaba el ansiado salto. La tensa espera se palpaba en el ambiente festivo que reinó durante todo el día. En las casas de hermandades, en las calles, en el santuario o en la casa de la camarista. Todos contaban las horas para verla por las arenas. La joven Carmen Rocío reponía fuerzas con un desayuno tras la celebración de la Misa de Pentecostés de las diez de la mañana: "Hoy no se para. El nerviosismo es inevitable. Ya hasta que no entre la Virgen no me quedo tranquila", aunque "todo vaya bien cogido con alfileres", como se apresura a reconocer su tía Anita, camarista también que junto a su madre María del Carmen Morales se encargan las tres de vestir a la Patrona de Almonte. Carmen Rocío es la quinta generación de camarista de la Virgen del Rocío que goza del privilegio de estar cerca de la Reina de las Marismas. Este año las tres han ataviado a la Virgen con el manto de los apóstoles y unos nuevos puñitos, confeccionados por José Manuel Vega Morales, el otro hijo de la camarista María del Carmen. El diseño, que sigue las trazas del manto de los apóstoles, está bordado en oro sobre tisú de plata e incluye "un collar de perlas de estilo isabelino". Pero no es la única novedad de la vestimenta con la que pasea este año la Blanca Paloma.

Ocho pares de rosas de tonalidad rosa adornan a la Virgen, una imagen que no se repetía desde hace 30 años. José Manuel se inspiró en un cuadro antiguo de 1975 en el que la Blanca Paloma aparece con este complemento.

Los aniversarios de las hermandades rocieras también están presentes en las andas. La Virgen lleva prendida en su saya las medallas de oro de las hermandades de Madrid (50 años ) y La Puebla del Río (75 años), obsequios que ha recibido Almonte hace unos meses.
No necesitan aniversarios porque siempre hay fiesta en los porches de las casas. Allí los cantes y bailes se prolongan durante todo el día. El salto está cada vez más cerca. En el interior del santuario, el trasiego de romeros es costante. Pese a que cada noche se cierran las puertas para retirar la arena acumulada en el suelo. Ayer, como todos los días de la Romería, era difícil ver las losas que la hermandad de Triana regaló a la Blanca Paloma: "Cada día retiramos de veinte a treinta sacos de arena", confiesa uno de los guardias de seguridad de la ermita.

En el aire, la misma pregunta que todos los años: ¿cuándo saldrá la Virgen?. La respuesta, recuerda una vez más Almonte, "la tiene la Virgen", esa misma que en la mañana de ayer -nada más terminar la Misa de Pentecostés- miraba de frente a los primeros romeros, los de Jerez de la Frontera, que celebraban la primera del rosario de misas de acción de gracias que marcan el camino de regreso. Un cartel prohíbe hacer fotos y vídeos, pero no mirarla una y otra vez. Hablar con Ella. Hágalo.

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