El juicio del caso Camas por presuntamente intentar comprar el voto de la concejal no adscrita y ex de IU Carmen Lobo se inició ayer siete años después de que ocurrieran los hechos. Los acusados son el que fuera alcalde de IU, Agustín Pavón; el exconcejal del PP Antonio Enrique Fraile; el exedil del PA José del Castillo; y el empresario Eusebio Gaviño, a los que se les acusa de un supuesto delito de cohecho, tras salir a la luz que Gaviño, el 12 de septiembre de 2005, entregó a Lobo un sobre con 12.000 euros y un papel manuscrito con los puntos del pleno del día 13 para que ésta votase a favor de los intereses del equipo de Gobierno al que pertenecían los acusados.
Lobo, que junto a su pareja de entonces, el exmilitante de IU Francisco Gordo, ya había puesto en conocimiento de la Policía el supuesto soborno, nada más recibir el dinero lo entregó a los agentes. Al día siguiente del pleno, el 14 de septiembre, se produjeron las detenciones de los cuatro acusados. A cada uno se le pide por un supuesto delito de cohecho año y medio de prisión, inhabilitación para cargo público y 24.000 euros de multa.
Gordo y Lobo, que son los testigos principales del caso, aportaron como prueba de su denuncia dos grabaciones en las que supuestamente queda constancia de que los imputados intentaron comprar el voto de Lobo.
En la sesión de ayer estos dos testigos fueron los protagonistas, dejando en un segundo plano a los acusados. Los abogados defensores coincidieron en centrar sus alegaciones en la escasa credibilidad de Gordo y de Lobo y en remarcar, uno tras otro, que el caso es un "montaje político" y una "trama-trampa", urdida por los denunciantes por venganza personal fundamentalmente contra Agustín Pavón, puesto que los había echado de IU por estar condenados por una "estafa procesal".
El fiscal, sin embargo, aseguró que hay pruebas suficientes contra los acusados y admitió que Gordo y Lobo tenían cierto enfrentamiento político "como poco contra Pavón y posiblemente contra Fraile y Del Castillo", pero aclaró que no tienen por qué inventarse ninguna declaración.Respecto a las dos grabaciones realizadas por los testigos en las reuniones con los acusados, admitió que podían haber sido modificadas, "pero de eso nada y se verá en la declaración". De forma similar se pronunció la acusación particular ejercida por el PSOE, "que no busca indemnización económica ni satisfacciones particulares". Asimismo, pidió al jurado que no se deje engañar porque se hable de tramas y trampas, y aseguró que la acusación es "objetiva y no está basada en hechos inventados".
Por su parte, el abogado de Pavón echó mano de una pizarra para exponer su alegato que se centró en atacar a Gordo y a Lobo, a los que calificó de "personajes peculiares". Explicó que Gaviño se puso en contacto con Gordo porque es corredor de fincas como él y para que intentase convencer a Lobo de que apoye el gimnasio que el empresario quería levantar en Camas. Asimismo, señaló que cree que las pruebas de las reuniones están falseadas por Gordo, "que fuerza situaciones equívocas". Asimismo, indicó que bajo su punto de vista "Gaviño es un muñeco de Gordo". También incidió en que Gordo y Lobo estaban condenados por estafa procesal y que las grabaciones en casa de Gaviño y la de El Manchón estaban manipuladas, prueba de ello, según dijo, es que Lobo en la segunda grabación, al final de la misma, se le escucha decir: "Pavón te la voy a meter hasta los gavilanes". Asimismo, aseguró que detrás de todo hay un "interés sucio del PSOE".
La defensa de Del Castillo manifestó que todo era una trama de Gordo y de altos directivos del PSOE, mientras que el abogado de Fraile señaló que no sólo lo va a defender de una acusación "sino de su honor, honra y fama, que ya lo ha perdido, por tergiversaciones, mentiras y engaños". Insistió en que es un caso eminentemente político y al igual que sus compañeros señaló que las grabaciones están manipuladas. Asimismo, echó mano de la condena por falsedad documental contra Lobo y Gordo, "que es por lo que Pavón les expulsa de IU". Esto, en su opinión, acerca a Lobo al PSOE, para acusar en su alegato al exalcalde e imputado en el caso Mercasevilla, Antonio Rivas (PSOE), "de ser el actor intelectual de muchas cosas".
Finalmente, la defensa de Gaviño afirmó que Lobo y Gordo actuaron por resentimiento y odio "y por ello urden la trama, para crear una situación confusa". Además, recordó que ya no hay relación entre Gordo y Lobo y que incluso se han denunciado entre ellos, por eso insistió en si son personas de fiar, a lo que añadió que hay mala fe en las grabaciones, de las que dudó si son auténticas.
