El nuevo distrito Santa Bárbara o la nueva Sevilla Este, el que iba a ser el mayor proyecto urbanístico de la historia de Sevilla y uno de los más grandes del país con 17.000 pisos previstos (el 35% de VPO ) sigue en barbecho tras cuatro años y no hay fecha para empezar a poner ladrillos. De hecho, hasta que la situación económica e inmobiliaria no remonte no se activará uno de los proyectos estrella del PGOU de Sevilla, lo que puede tardar años dado el panorama actual. Además, el retraso de infraestructuras como la SE-35 merma el desarrollo del suelo.
Así lo confirman fuentes consultadas, que añaden que los trámites administrativos han avanzado en estos últimos años y que mantienen abierta su oficina, aunque aún no hay fecha para empezar la urbanización, al menos de la primera fase, con 3.188 viviendas de las que 1.214 tendrán algún tipo de protección oficial. Lo cierto es que el proyecto de la empresa Duse (formada por Realia, Sando y Noriega) acumula ya cuatro años de retraso pese a que era el más adelantado en cuanto a su tramitación urbanística de los grandes proyectos para desarrollar bolsas de suelo incluidos en el PGOU.
El último paso aprobado ha sido el proyecto de reparcelación, esto es, que los trámites para el inicio de las obras estan en marcha, pero Duse (Desarrollo Urbanístico de Sevilla S.L.) aún no tiene fecha para el movimiento de tierra que se anunció para 2008.
Lo que ya tenía claro la empresa era que es un proyecto a largo plazo. No en vano, Duse ya mostró su intención de empezar a urbanizar y esperar dos o tres años para comenzar a poner ladrillos. Para entonces, esperaban que lo peor de la crisis hubiera pasado, según dijo Luis Sánchez Domínguez, presidente del consejo de Duse en junio de 2009.
Pero la situación del sector inmobiliario, totalmente estancado, hizo que el primer plazo anunciado se incumpliera y los primeros trabajos se retrasasen una y otra vez. En junio de 2008 la empresa aseguró que se podrían crear alrededor de 300 puestos de trabajo.
Santa Bárbara tendrá un parque de más de un millón de metros cuadrados, casi dos veces el actual Alamillo, y 700.000 metros cuadrados de techo de usos terciarios y empresariales: hoteles, centros comerciales, oficinas y parque empresarial. En marzo de 2009, las empresas presentaron el proyecto en la feria Surban con una gran maqueta.
Este futuro barrio contará con una superficie superior a los cuatro millones de metros cuadrados y estará al este de la ciudad con conexión a la A-4 y la A-92. No obstante, su primera fase depende, sobre todo, de la SE-35, un proyecto municipal enquistado. Además, también se prevé la llegada de la línea 2 del Metro.
La historia de este proyecto es larga. En 2003, el Grupo Sando y Realia Business iniciaron una apuesta decidida para el desarrollo en Sevilla de una nueva forma de afrontar una ordenación urbana de gran dimensión. Frente a la alternativa tradicional de un diseño y una ejecución escalonada, en el que prima la minimización del riesgo, se superpuso uno más innovador de diseño global buscando la eficiencia de recursos y una mayor eficacia en los resultados. Había que diseñar con criterios de "ciudad". Para llevar a cabo este empeño se constituyó Duse, quedando esta sociedad encargada de la gestión administrativa, técnica y económica derivada de la inclusión de los suelos en el nuevo PGOU. La crisis, no obstante, cambió los planes y cuando se empiece a construir se hará por fases para, precisamente, minimizar los riesgos.
Y no sólo Santa Bárbara está al ralentí ante el nefasto escenario económico. En la misma situación se encuentra Buen Aire, un terreno en el que estaban previstas 2.180 viviendas, de las que al menos 711 serían de protección oficial. Sus propietarios incluso propusieron al Ayuntamiento ubicar allí la Ciudad de la Justicia para agilizar y rentabilizar el suelo que, por ahora, tampoco se desarrolla. Eso sí, al igual que sucede en la zona de San Nicolás Oeste (donde se quiere ubicar la segunda tienda de Ikea) muchos de estos proyectos también dependen de infraestructuras como la SE-35 y la SE-40.
Santa Bárbara incluso se quedó fuera del Plan Impulsa municipal "por problemas técnicos", según las fuentes consultadas, en el último momento. Gracias a este Plan del anterior gobierno de PSOE e IU, Urbanismo destinó a Palmas Altas Sur, de Metrovacesa (3.000 viviendas), 23,60 millones de euros para la urbanización de este sector a cambio de 79.700 metros cuadrados de techo de edificabilidad para construir 593 VPO, así como 18.000 metros cuadrados de techo para servicios terciarios. A finales de marzo del pasado año empezaron las obras de la primera fase en los suelos que lindan con el centro de Abengoa en Palmas Altas.
El grupo Gabriel Rojas, dueño de Hacienda El Rosario, al sur de Torreblanca (2.000 nuevas viviendas) también se acogió a este Plan y pactó recibir 19 millones para empezar a urbanizar a cambio de 90.000 metros cuadrados para que el Consistorio levantase 891 pisos protegidos. Sin embargo, al llegar el PP al Gobierno local anunció que la VPO se paralizaba sine die.
