Tras los resultados de la última jornada liguera, en la que el Real Madrid recortó dos puntos al Barcelona gracias al empate de los culés en el Sánchez Pizjuán, los blancos han recuperado la ilusión y ven posible una remontada de aquí a la última jornada que les dé el título de liga.
Los precedentes invitan al optimismo blanco, ya que en la temporada 2006-2007, a estas alturas, la desventaja con los azulgrana era la misma, de cinco puntos, y finalmente el equipo blanco entrenado en aquellos momentos por Fabio Capello se llevó la liga de manera milagrosa en la última jornada y empatado a 76 puntos con el Barça. La diferencia con respecto a aquella campaña son los puntos que tenían ambos equipos, ya que el Barcelona mandaba con 56 puntos, el Sevilla era segundo a sólo dos y los blancos tenían 51.
Pero si miramos el calendario el optimismo se traslada a la Ciudad Condal, ya que los partidos que le restan al Real Madrid de aquí a final de temporada son, a priori, más complicados que los que debe afrontar el Barça.
De las diez jornadas que restan para finalizar el campeonato el equipo merengue tiene cinco salidas fuera del Bernabéu, a cual más complicada. En la siguiente jornada sin ir más lejos, el equipo de Mourinho vivirá el derbi madrileño frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, aunque las últimas ediciones han sido para los blancos. Las otras cuatro salidas del Real Madrid le llevarán a San Mamés, Mestalla, Sánchez Pizjuán y por último, El Madrigal.
El Barça parece tener un camino más fácil de aquí hasta la jornada 38, aunque todavía le restan dos visitas complicadas: ante el Villarreal en El Madrigal, y en el Bernabéu frente al Real Madrid, en un partido que se presume pueda decidir en gran parte quién será el vencedor de esta liga que es cosa de dos.
