Los precios aumentaron seis décimas y colocaron la inflación interanual en España en el 1,4% en marzo, la tasa más alta desde diciembre de 2008, como consecuencia del alza de los carburantes, mientras que la evolución mensual reflejó una subida del 0,7%.
La inflación subyacente -que excluye los alimentos frescos no elaborados y la energía- se situó en el 0,2%, una décima superior a la registrada en febrero.
Tras conocer estos datos, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, dijo que esta evolución de los precios sigue "la senda correcta" y descartó el riesgo de deflación. Salgado consideró que la mayor parte del incremento se debió a los productos energéticos y destacó que la inflación subyacente sigue en "niveles moderados".
Los componentes que más influyeron en el aumento de precios mensuales fueron el vestido y el calzado, con una subida del 3,6%; el transporte, con el 1,7%; el ocio y la cultura, el 1,2%, y la vivienda, el 0,4%, mientras que solo bajaron el 0,1% las medicinas.
En cuanto a los grupos que más impactaron en el alza de la tasa interanual, destaca el transporte, cuyos precios crecieron el 8,1%, a niveles de agosto de 2008. Este aumento se explica, según el INE, por la subida del precio de los carburantes en marzo de este año, ya que el barril de Brent costaba 80,07 dólares de media, frente a los 47,42 dólares que valía un año antes.
¿Se reactiva el consumo? Agentes políticos, económicos y sociales valoraron ayer el dato conocido de la inflación. Así, desde la oposición, el secretario de Economía del PP, Álvaro Nadal, afirmó que ante la subida de los precios "no puede haber una mayor irresponsabilidad que una subida del IVA", en relación al alza prevista a partir del 1 de julio.
Mientras, el secretario de Economía del PP manifestó que estos datos están haciendo que España "esté entrando en el peor de los mundos".
Por parte de la patronal, la CEOE afirmó que los precios "se están conteniendo" por el esfuerzo que hacen las empresas por adecuarse a una demanda interna "muy debilitada". En cambio, CCOO reclamó a los empresarios que absorban, en la medida de lo posible, el encarecimiento de los precios de la energía, mientras que UGT consideró que, en momentos de alza de precios, es fundamental que aumenten los salarios para estimular el consumo y la inversión, porque es previsible que en el futuro sigan subiendo debido al encarecimiento del petróleo.
Además, la Federación de Autónomos (ATA) pidió "prudencia" ante el repunte del IPC porque pudo influir el adelanto de la Semana Santa en el aumento del consumo.
Y las Cámaras de Comercio auguraron "un paulatino pero moderado aumento de la inflación", tanto por el efecto base de los precios de la energía como por una cierta mejoría de la demanda interna.
