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Los patos de los parques siguen su exilio por gripe aviar en Mairena del Aljarafe

Con tanta gripe A flotando en el ambiente ya hay pocos que recuerden el lío que se montó en su día con la gripe aviar. Hacía ya más de tres años que no se veía a casi ninguno de ellos por los humedales y los parques de la provincia de Sevilla, a no ser que haya algunos descarriados por el río Guadalquivir. ¿Y qué han sido de estos animales? ¿Se los ha tragado la tierra?

el 17 nov 2009 / 19:40 h.

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Un cisne del parque María Luisa convive con los patos exiliados.

Pues bien, un nutrido grupo de ellos, los que graznaban plácidamente junto a los estanques de los parques de Los Príncipes y María Luisa, entre otros, pasan el día a día en las instalaciones de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Mairena del Aljarafe. La prevención por la gripe aviar, unida a la muerte de seis patos en el parque de Los Príncipes -que al final no fallecieron por la enfermedad sino por unas pedradas- los alejó de su hábitat.

Más de tres años después, la bandada de patos se reduce a algo más de medio centenar, según detalla el director del centro, Francisco Hernández, quien explica que sobrevivieron "un 70% de los que llegaron". El resto fallecieron por enfermedad -y en ningún caso por la gripe aviar- y, en su mayoría, "porque llegaron viejos".

La gran mayoría de los hospedados en el centro son patos comunes, de los de toda la vida, pero "eso no quiere decir que no sean importantes", según recalca. Pese a que también hay otras especies un poco más particulares como tres patos mudos, que es "poco común aquí y seguro que será de los primeros que volverán al parque cuanto llegue el día en que se levanten las restricciones".

Todo conviven junto a un estanque, en un espacio reservado y separado del resto de animales de acogida, como perros, gatos, caballos y hasta tortugas. Como en la fábula del patito feo, en el grupo parecía que uno de ellos se había convertido en un cisne. Pero no era así, sino que era simplemente el mismo cisne que muchos recuerdan luciendo su plumaje en el estanque de la glorieta de los patos del parque de María Luisa.

Con los cisnes y los patos ya localizados, sólo cabe una pregunta más. ¿Y los pavos reales? Pues éstos tienen una suite reservada en un habitáculo que comparten con una gallina, que está intervenida judicialmente, y un exótico y animoso mandarín, que se distingue del resto de los de su especie por su belleza, algo así como el Tom Cruise -que está tan de moda en los últimos días- de los patos.

Su regreso, según el responsable, se producirá cuando "deje de estar vigente la normativa de la Junta de Andalucía en torno a las aves en espacios públicos por la gripe aviar". Mientras tanto, más que salir, siguen entrando en el centro. Los últimos en llegar son cinco patos que se hallaron el pasado lunes en el parque Infanta Elena de Sevilla Este.

El exilio de los patos de los espacios públicos se inició en febrero de 2006, tras hallar seis de ellos muertos en el parque de Los Príncipes. Durante varios meses, los animales estuvieron apartados del mundo "por razones sanitarias", pese a que la razón de su muerte fue que fueron apedreados.

En todo caso, pese a que todavía sigue en vigor la normativa, desde la protectora reconocen que el temor que se generó hace tres años es mucho menor y, prueba de ello, es que no se han producido casos de gripe aviar en la provincia de Sevilla. Y es que esta enfermedad dejó hace tiempo de ser un peligro mayúsculo. Una pandemia como se dijo en su día. Tanto es así que en las márgenes del Guadalquivir ya hay algún pato que vuelve a campar por sus anchas, feliz de chapotear en total libertad.

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