Los psiquiatras y psicólogos ven en Bretón un hombre "desesperado" que no perdona agravios

Consideran que "no tiene ninguna patología psiquiátrica" y que tampoco sufre ningún "trastorno de personalidad, ni retraso mental".

el 02 jul 2013 / 15:04 h.

Los psiquiatras y psicólogos que han hecho un estudio psiquiátrico  y psicológico de José Bretón, al que se juzga en la Audiencia  Provincial de Córdoba acusado de dar muerte a sus hijos, Ruth (seis  años) y José (de dos años), han llegado a la conclusión de que es un  hombre "desesperado", que no perdona los agravios y que es  excesivamente "rígido". Jaquotot, Sáez y Nieto declaran observados por BretónEsas son las principales conclusiones a las que han llegado el  médico forense José Sáez, el jefe de la Unidad de Psiquiatría de  Agudos del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, José Manuel  Jaquotot, y la psicóloga del Instituto de Medicina Legal María José  Nieto, quienes, por encargo del juez instructor del caso, llevaron a  cabo el citado estudio psiquiátrico de Bretón y también un análisis  de su personalidad, quedando claro que "no tiene ninguna patología  psiquiátrica" y que tampoco sufre ningún "trastorno de personalidad,  ni retraso mental". Así lo ha destacado, en primer lugar, el doctor Sáez, quien ha  señalado que Bretón presenta determinados "rasgos acusados de  personalidad", tales como ser "obsesivo con lavarse las manos" y no  tocar determinados objetos, como las puertas, o no sentarse en bancos  de la calle. Además, tiene "una excesiva sensibilidad a los  contratiempos", lo que lleva a Bretón a carecer de "predisposición a  perdonar agravios, no los tolera con facilidad". También es  "narcisista, dependiente, celoso y reservado", pero todos estos  rasgos "no llegan a configurar un trastorno de personalidad", aunque  sí que conforman "su particular forma de ser". De igual forma, según Saéz, Bretón, quien puso en duda la  imparcialidad de los psiquiatras que le examinaron, diciéndoles que  le habían condenado previamente por haber incluido en su informe  opiniones negativas sobre él de familiares suyos, incluida su  exmujer, conserva toda su capacidad de conocimiento y de voluntad,  siendo capaz de controlar sus sentimientos, siempre que vea en ello  un beneficio, siendo también "metódico, ordenado y rígido",  especialmente con su mujer y sus hijos. A ello se refirió también Jaquotot, quien ha dicho que Bretón  "escoge las respuestas que socialmente son más aceptables, como  muchas otras personas", es decir, "es manipulador, pero también lo  son los políticos, y no es su rasgo más característico, pero sí es  rígido, aunque no ha tenido mala relación con sus hijos", lo cual no  impide que "no le guste cuidar de ellos y de la casa", eso, según el  psiquiatra, "es algo que no entra en sus esquemas", pero "no es  frío", ya que "tiene sus sentimientos, buenos y malos". Ello no deja de lado su "rigidez", ya que "pone normas a los niños  y a la mujer de las que no se pueden salir ni un ápice", de ahí que,  cuando se queda en paro, "está desesperado, pues vive de lo que gana  su mujer, no tiene trabajo, no vive en su ciudad, y en este contexto  le deja su mujer, lo cual es mucho para él", sobre todo porque montó  "una estrategia de regalos y cartas" a su mujer, para intentar  recuperarla, "que no es habitual en él" y que "le falla, con lo cual  aún se desespera más". Por su parte, la psicóloga María José Nieto ha señalado que Bretón  tiene "una inteligencia superior a la normal" y es manipulador, pues  "manipuló casi todas las pruebas" a las que le sometió. Es más, lo  primero que le dijo Bretón es que "había superado la manía de no  tocar las puertas". ORFIDAL Por otro lado, otro médico forense, Jorge Moreno, ha explicado  ante el tribunal, junto a Sáez y a la doctora especialista en  Pediatría Josefa Magdalena Borrero, cuáles las características del  Orfidal, destacando que es un medicamento indicado para el  tratamiento de la ansiedad en adultos y que, normalmente, no se  prescribe a los niños de corta edad. En cuanto a que si, como mantienen la Fiscalía y la acusación  particular, Bretón suministró de forma conjunta Orfidal y Motiván a  sus hijos, la pediatra, por su lado, ha dicho podría haber sido "un  cóctel mortal" para los niños, "en teoría". En cualquier caso, Borrero ha reconocido que "no hay ninguna  prueba" de que el acusado suministrara ambos medicamentos a sus  hijos, lo cual, en función de la cantidad de pastillas que hubieran  ingerido cada uno, podría, "en teoría", haber llevado a los menores a  "una somnolencia muy profunda, a un estado de coma e incluso a la  muerte".

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