Los Reyes Magos reparten regalos en la cárcel de Morón de la Frontera

Un grupo de voluntarios y el capellán de la pastroal penitenciaria hicieron por un día de sus majestades de Oriente. Repartieron 1.800 bolsas de regalos entre los reclusos.

el 04 ene 2010 / 21:05 h.

Un grupo de voluntarios se disfrazaron de Reyes Magos.

El verdadero espíritu navideño se coló entre las rejas de la prisión de Morón de la Frontera. Un grupo de voluntarios y el capellán de la pastoral penitenciaria organizaron ayer una fiesta de reyes donde Melchor, Gaspar y Baltasar "impregnaron de aire fresco y humanidad el centro, haciendo sentir a los internos que no están solos aunque estén privados de libertad", según apunta José Vidal, director del centro.

Los Reyes Magos, encarnados por voluntarios y acompañados por sus pajes, acudieron a la prisión con un regalo para los presos. Unas 1.800 bolsas en cuyo interior han podido encontrar caramelos, mantecados, un paquete de tabaco, un rosario, un calendario y una carta muy especial escrita por niños del colegio salesiano de la localidad. Una misiva donde estos "amigos anónimos les hacen sentir más acompañados y donde ellos perciben que no están olvidados", señala Pedro Domínguez, el coordinador de la pastoral penitenciaria.

Domínguez añade que la actividad es especial porque, aunque siempre es bueno acordarse de las personas que están aquí dentro, en Navidad, hay que hacer hincapié en que se sientan arropados".

Desde la cárcel intentan dar una apariencia de normalidad. Y, por ello, la Navidad en la prisión también es especial. Según el director, estos días se viven "como en la calle pero con los sentimientos acentuados por no estar con la familia. Aunque no pasan buenas fechas, los presos crean lazos afectivos con sus compañeros de celdas, que hacen más llevaderos estos días".

Sin embargo, como todos los hogares, la fiesta de Reyes no ha sido la única celebración. La ausencia de la familia y la pérdida de libertad se suplen con un programa de actuaciones que incluye visitas de familiares, actividades como la fiesta de Reyes y un menú especial en Nochebuena y Nochevieja. Además, los internos han podido hacer del centro su casa invitando a los familiares a una convivencia dentro de algunos módulos y degustando una merienda conjunta en Morón.

Estas actividades culminaron con la llegada de sus majestades quienes, ataviados con sus trajes típicos y entonando el Campana sobre campana, repartieron ilusión a unos internos que también viven la magia de la Navidad.

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