Defensa unificará sus organismos en el Cuartel de Monte Rey y los 5 chalés vecinos de Eduardo Dato. A cambio y merced al convenio suscrito con el Ayuntamiento, liberará 15.000 metros cuadrados de hangares que venderá al mejor postor. Una parte se la reserva el Ayuntamiento para el nuevo parque de Bomberos.
La operación urbanística está trazada y a la espera de obtener licencia de obras de la Gerencia de Urbanismo -donde ingresó el proyecto el 9 de octubre- en lo tocante a la rehabilitación de los referidos cinco chalés o pabellones regionalistas, abandonados hace años.
Para lo segundo, la venta o subasta de un cotizadísimo suelo -a 6.000 euros el metro cuadrado- de unos 15.000 metros cuadrados, todavía habrá de esperar, aunque sus líneas maestras están claras: Urbanismo le ha impuesto un tope de 275 viviendas, de las que como mínimo 101 deberán ser de algún tipo de protección oficial. Además, el Consistorio se reserva una buena proción del terreno para construir la nueva sede de los Bomberos -probablemente la costee con lo que saque de la venta del Parque de los Bomberos de San Bernardo a la Diputación, que está por la labor-.
La situación resultante llega avalada por el convenio urbanístico suscrito entre el ministro José Antonio Alonso y el alcalde el pasado 16 de abril, en virtud del cual los militares desafectaban cinco cuarteles ya obsoletos (Daóiz y Velarde, San Fernando, Alfonso XIII, la valiosa Fábrica de Artillería y parte del Monte Rey, estos dos últimos en Eduardo Dato, San Bernardo) a cambio de su reversión a la ciudad; es decir, de que el Ayuntamiento, vía Urbanismo, recalificase lo que pudiese ser recalificable -como los hangares de Eduardo Dato- y autorizase las ventas o subastas necesarias para que Defensa, siempre necesitada de dinero, pueda hacer caja con tantos activos -435.850 metros cuadrados enajenados en total- obsoletos y costosísimos de mantener -y en más de un caso el mantenimiento ha brillado por su ausencia, como en la Fábrica de Artillería o en los citados chalés de enfrente-.
Primer paso.
Teniendo en cuenta lo que Defensa se embolsará con las distintas operaciones en marcha, casi resultan peccata minuta los 5.048.184,26 euros que les costará la rehabilitación de estos chalés. Los mismos en los que no habían reparado desde que Santa Bárbara de Industrias Militares -la empresa que explotó la Fábrica de Artillería y estos pabellones hasta comienzos de la presente década- se los devolvió a Defensa y ésta decidió cerrarlos a cal y canto.
Sea como fuere, lo cierto es que al fin tendrán uso y podrán recuperar su esplendor, y aunque no son tan históricos ni monumentales como su vecina de enfrente, su estilo regionalista y su variada tipología le otorgan una equilibrada y elegante fisonomía que casa a la perfección con su pareja de espacios, el Cuartel de Monte Rey, vulgo la Caja de Reclutas.
El proyecto de Defensa -en realidad es el segundo, porque el primero incluía ascensores y no era todo lo respetuoso con los edificios desde el punto de vista patrimonial, por lo que la Comisión de Patrimonio de la Junta lo rechazó- pasa por concentrar todos sus organismos dispersos en este enclave.
sede única. La Dirección General de Infraestructura de Defensa aprovecha la alineación espacial del Cuartel de Monte Rey con los cinco chalés para configurar la nueva manzana de su sede única, que en su parte trasera tendrá zonas ajardinadas y 80 plazas de aparcamiento con que aliviar a sus 200 trabajadores, entre personal civil y militar.
De los 28.000 metros cuadrados en manos de Defensa -los 5.000 de Monte Rey y los más de 22.000 de los cinco chalés y su inmensa parte trasera de hangares-, tan sólo se quedan con los del citado cuartel más otros 7.150 próximos a los pabellones.
Las obras de vallado, rehabilitación y construcción de aparcamiento comenzarán en cuanto Urbanismo conceda la licencia. Y para no demorar los plazos, ya han avanzado los trámites para licitar los trabajos. El tiempo de ejecución previsto es de 15 meses.
Con respecto al resto de operaciones urbanísticas en marcha a resultas del convenio con el Consistorio -y por las que Defensa pude ingresar hasta 137 millones-, en el antiguo Cuartel de Daóiz y Velarde, en Bellavista, los militares podrán jugar con un espacio en el que edificar 903 pisos, de los que 441 deberán ser de VPO. También en Bellavista, el Cuartel de Alfonso XIII se ha recalificado como de uso terciario, por lo que se venderá para oficinas, comercios u hoteles con una edificabilidad máxima de 78.076 metros cuadrados.
En el de San Fernando, cerca de Sevilla Este, el Ayuntamiento ha dispuesto las cocheras de Tussam. Y la Fábrica de Artillería, como es un Bien de Interés Cultural y no se puede tocar -aunque se haya intentado, como se observa en la ficha del PGOU-, ha sido cedida gentilmente a Sevilla... con una rehabilitación apremiante cuyo coste no bajará de los 90 millones. Pero ése ya es otro capítulo.
