Para atajar el sambenito de que los trabajadores andaluces son menos productivos que los españoles o europeos, el informe de la Consejería de Economía dedica un apartado especial para medir la productividad del trabajo en la contabilidad regional. «Andalucía tiene unos niveles de productividad por hora de trabajo similares a la Unión Europea, que se sustentan, desde la perspectiva de la distribución de las rentas que se generan en el proceso productivo, en unas remuneraciones de los asalariados inferiores a las de la UE, frente a un excedente bruto de explotación/rentas mixtas superior (un concepto macroeconómico que incluye los beneficios empresariales». Desde la perspectiva de las rentas que se generan en el proceso productivo, y que es una de las formas para determinar la composición del Producto Interior Bruto, la caída del PIB nominal (a precios corrientes, sin contar con el impacto de la inflación) del 0,6 por ciento en el año 2013, «fue consecuencia exclusivamente del comportamiento de la remuneración de los asalariados, que descendió un 4,5 por ciento (-3,5 por ciento en España), mientras, el excedente bruto de explotación y rentas mixtas aumentó un 1,9 por ciento (1,3 por ciento en el conjunto del Estado) y de igual forma crecieron los impuestos netos sobre la producción e importación (5 por ciento y 5,2 por ciento, respectivamente). Con ello, agrega el documento, en 2013, el 42 por ciento del PIB era remuneración de asalariados, el 48 por ciento, excedente bruto de explotación y rentas mixtas (remunera la actividad empresarial), y el 10 por ciento, impuestos netos sobre la producción e importaciones (remuneran a las instituciones públicas)».
