En el caso de Reina Mercedes, tan sólo un 1% de los encuestados por la Universidad de Sevilla reconocen que usan como medio de transporte habitual el coche y que lo hacen como acompañante. En Ramón y Cajal (el campus más numeroso de la Universidad), la cifra sube a un exiguo 5%. ¿El motivo? La mayoría reconoce que no se decanta por este modelo por buscar "más comodidad, flexibilidad horaria y rapidez".
El Vicerrectorado de Infraestructuras de la Universidad de Sevilla ha realizado un estudio sobre cómo se desplazan a su puesto de trabajo o estudio los miembros de la comunidad universitaria.
En la que es la primera parte del estudio (más adelante se tiene previsto actualizar el trabajo hecho en Ramón y Cajal, donde la llegada de Ciencias de la Educación y la construcción de un complejo deportivo en las conocidas como Naves del paraguas han variado sustancialmente la foto fija, y añadir los campus de la Macarena, Cartuja y Central -Fábrica de Tabacos-), los datos son los que siguen.
Los universitarios de Reina Mercedes se decantan por el coche (un 32% de los encuestados). Es llamativo, no obstante, que un 25% prefiera ir andando al campus y un 21% lo haga en autobús. Sin embargo, en Ramón y Cajal, los puestos se invierten. El autobús es lo más usado, con un 31% de los desplazamientos, seguido de los que van a pie (28%) y de los que lo hacen en coche propio (19%). Los porcentajes de usuarios de autobuses tanto urbanos como interurbanos y el de coches propios son casi idénticos (un 25,8% y un 25,5%, respectivamente).
El colectivo que más usa el transporte público es el de los estudiantes, frente a los profesores y el personal de administración y servicios, más proclives a ir en su propio vehículo. Pero del análisis de los números se constata una realidad: la cifra de usuarios de autobuses podría incrementarse de solventar este medio de transporte su principal hándicap: la tardanza. La mayoría necesita entre 50 y 60 minutos para llegar a su destino, cuando el conductor del coche llega a Reina Mercedes o Ramón y Cajal en la mitad de tiempo.
A tenor de los datos, el Vicerrectorado de Infraestructuras se ha planteado poner en marcha una aplicación informática con la que conseguir que los universitarios compartan coche para llegar a su puesto de trabajo o estudio. No es la primera vez que una institución pública toma una iniciativa de este calado (ayuntamientos del área metropolitana e incluso de la misma capital lo han intentado sin ningún éxito). Por eso, la Universidad es muy cauta sobre esta iniciativa que estudiará "concienzudamente" para ver si tiene o no aceptación entre la comunidad universitaria.