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"Mis cuadros son como si vieras una obra de teatro en un segundo"

el 25 may 2012 / 20:11 h.

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"La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue", que dijo el gran Francis Bacon, es sin duda aplicable a Pedro Paricio. Este pintor canario de 30 años aterriza en el Casino de la Exposición desde la Halcyon Gallery de Londres con El teatro de la pintura en la que Juan Manuel Bonet, comisario de la muestra, trae un "resumen" de lo que ha sido y es el trabajo de uno de los artistas jóvenes con más proyección del momento.

-En más de una ocasión le han preguntado por su estilo y siempre lo define como pintura, ¿por qué no enmarcarlo más?

-Creo que es difícil definir este estilo de pintura de una manera concreta, cerrada. Lo que desarrollo es un tipo de trabajo que es difícil de encuadrar en algo concreto. Es decir, por los colores que utilizo y la forma de construir la imagen, podríamos decir que es Pop. Pero mi obra no tiene nada que ver con el movimiento que fue el Pop. También podría decir que es pintura Clásica o Barroca, porque es importante el gesto, o del Renacimiento... Entonces creo que lo mejor es decir que es pintura, que al fin y al cabo es lo que es.

-¿Podríamos decir entonces que es un estilo abierto?

-Hoy es muy difícil este tema de la separación entre abstracto, figurativo. Creo que lo que hoy en día hacen los pintores es pintar. Y su obra utiliza dependiendo del momento más una tendencia figurativa o abstracta. En mi pintura todo se mezcla y eso, a la vez, es su propia fuerza. He logrado desarrollar un trabajo que tiene una esencia propia, que no se encasilla. Eso también me da margen para no sentirme limitado.

-¿Cómo es el proceso de creación de sus cuadros?

-Normalmente tengo como una especie de imagen en mi cabeza. Pero cuando me enfrento al lienzo en blanco, porque no uso bocetos previos, voy viendo cómo reaccionan los colores sobre la tela y voy variando en función de lo que voy desarrollando en el cuadro porque creo que es importante, cuando creas algo, tener la capacidad de actualizar tu propia reacción hacia ella, de escuchar lo que haces.

-Y precisamente por esto, ¿cómo sabe que el cuadro está terminado?

-Eso es una sensación. Estoy pintando y hay un momento en el que me dan ganas de saltar y bailar. Lo miro y es una sensación inexplicable. Hay veces que lo comparo con alguien que corre una maratón y gana la carrera. Hay cuadros más fáciles pero hay otros en los que lo que tenías pensado no responde como me gustaría y empiezas a sentirte derrotado por el cuadro, pero sigues y en un momento llega la sensación de mirarlo y decir lo conseguí, y te vas a casa, derrotado pero feliz.

-El color es una constante y parte fundamental de tus cuadros. ¿Qué importancia tiene?

-Creo que tiene que ver con mi origen. El hecho de ser canario te da una sensación del color y del espacio peculiar. En Tenerife la luminosidad es más fuerte, el brillo de la luz y los reflejos en los objetos son mucho más potentes. También creo que es una forma de entender la vida. Siempre intento sonreír a los problemas. De pequeño mi padre decía que siempre soy de los que veo el vaso medio lleno.

-El teatro de la pintura, la muestra que trae a Sevilla, es la recopilación de obras de la última década. ¿Cuál es el hilo conductor?

-El hilo conductor es la pintura. Mucha gente busca lo que ellos creen que es un cambio pero siempre ha habido en mis cuadros una abstracción figurativa porque terminaba construyendo una especie de objeto. Para mí ha habido un cambio hacia la narración. No se trata de una narración que necesite explicación. Los cuadros hay que sentirlos no tienen una explicación científica. Luego se puede entrar en el juego del análisis simbólico, del personaje... creo que es como si vieras una obra de teatro en un segundo.

-¿Qué le parece que con 30 años se haga una retrospectiva de su obra?

-Más que una retrospectiva se presenta mi obra. Principalmente las obras que están presentes son una muestra de lo que estoy haciendo ahora. Se decidió poner un 10% en una sala para que la gente vea un poco cómo he llegado aquí, cómo ha evolucionando mi obra.

-¿Cómo se pasa de ser estudiante de Bellas Artes a uno de los artistas con más proyección?

-Es difícil de responder porque, si dijera que es porque debo tener algo que me lo ha permitido, la gente puede pensar que soy un arrogante. Yo creo que el hecho fundamental es creer. Hay que saber hasta dónde estás dispuesto a llegar, en el sentido del esfuerzo, del sacrificio. La pintura es un riesgo y tienes que creer mucho en lo que haces y creer en ti mismo. La gente que cree realmente, antes o después lo consigue.

-Además de pintar, escribe. ¿Son textos de apoyo a su pintura?

-Siempre estoy escribiendo pero mis escritos no son sobre mis cuadros. Lo más importante de mis cuadros es que los vean, creo que mis cuadros se tienen que justificar ellos mismos si de verdad son buenos cuadros, no necesito explicar por qué lo he hecho. Pero sí es importante situarte. Quizá no te explico el cuadro pero si me conoces a mí y conoces mis influencias, mi visión del arte, será más sencillo entender el cuadro.

-¿Recibir buenas críticas de personas reputadas en el mundo del arte quiere decir que se está en el buen camino?

-Ayuda. La fe colectiva es mayor que la fe individual. Yo creo en mi trabajo pero cuando gente que tiene una reputación te apoya o cree en lo que haces te hace pensar que algo estás haciendo bien. Te reafirma.

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