Tres semanas después del Domingo de Resurrección, Más Pasión recupera todos los detalles de la peor Semana Santa que se recuerda. La revista cofrade de El Correo de Andalucía regresa este sábado a los quioscos con un amplio resumen gráfico de unos días que se han visto empañados por la lluvia.
Tres nazarenos de la hermandad del Cachorro, con un cielo gris plomizo de fondo, preludio de una jornada vacía de cofradías y resumen de una Semana Santa que parece que todavía está por llegar, ilustran la portada del número 48 de MP7.
Tras un detallado balance, con las luces y las tinieblas de la última Semana Santa, en el que se repasan los estragos que ha causado el mal tiempo, pero también los exornos florales, los atavíos de las dolorosas, las pequeñas novedades y el gran estreno, el nuevo arco de la Encarnación, Más Pasión inicia un recorrido, fundamentalmente gráfico, por cada una de las jornadas con cofradías.
El Viernes Dolores, con el estreno de los nazarenos de ruan negro en Triana, y el Sábado de Pasión, con el peculiar sonido del shoffar que convoca a la guardia judía de la agrupación parroquial de la Milagrosa, fueron los principales exponentes de unas vísperas que van a más.
Aunque los previsiones meteorológicas no fallaron en nada, los cofrades se agarraron a la esperanza y confiaron que el resto de la Semana Santa fuera tan brillante como el Domingo de Ramos, pleno de cofradías, de sol y hasta de calor. Pero no fue así.
La primera hermandad del Lunes Santo, el Polígono de San Pablo, pecó en esta ocasión de prudencia, tras la amarga experiencia del año pasado cuando tuvo que refugiarse en el Salvador tras soportar un tremendo aguacero desde Luis Montoto. Santa Genoveva, en cambio, pidió un margen para decidir y echarse a la calle. Para llegar a tiempo a la Campana, recorrió la Avenida de la Constitución, entre las sillas, también en sentido contrario. El resto de la jornada, pese a ciertas gotas amenazantes, discurrió con normalidad y la Redención pudo celebrar el 50 aniversario de la salida de la Virgen del Rocío bajo palio pasando por los Jardines de Murillo.
La lluvia dio poco margen para la duda el Martes Santo, un escaso rescoldo que quisieron aprovechar en Los Javieres y en el Dulce Nombre pero que sólo sirvió para que le cayera un gran chaparrón a Jesús ante Anás nada más salir de San Lorenzo.
El Miércoles regaló los últimos gozos. Todas las cofradías salieron a la calle poniendo fin a la Semana Santa a la espera del Señor de la Resurrección.
El Jueves amaneció lloviendo y no paró de hacerlo casi hasta el Domingo de Resurrección. Las nazarenas de la Quinta Angustia, El Silencio y el Santo Entierro no pudieron estrenarse. Tampoco la Exaltación y Monte-Sión pudieron comprobar el resultado de la permuta en el orden del día acordada para evitar los parones de la jornada. El nuevo paso de los hermanos Caballero para el Cristo de las Cinco Llagas se quedó en María Auxiliadora. Y el Sábado sólo salió El Sol.
