Jesús Navas está en el punto de mira del sevillismo y de prácticamente todo el fútbol nacional estos días. Primero porque prepara el Mundial de Sudáfrica con la selección española y segundo porque está en la lista de los posibles refuerzos del nuevo Real Madrid de José Mourinho. Al respecto, el jugador palaciego prefiere no comentar nada por ahora. De hecho, ese asunto lo deja en manos de sus nuevos representantes, el grupo Bahía. Cuestionado por el interés del Real Madrid y las palabras de José María del Nido –“llevarse a Navas costará sangre, sudor y lágrimas”– eligió pasar de puntillas. “Mi mente ahora está en la selección, para mi futuro están mis representantes”, comentó en una entrevista recogida en la web católica Caminayven. De hecho, concretamente sobre el Sevilla se limitó a señalar que “ganar la Copa del Rey ha sido increíble para todos”.
En otro orden de cosas, el jugador palaciego habló sobre sus problemas de ansiedad y cómo los ha podido superar, algo que ha hecho tomándose “las cosas con tranquilidad”. “Eso es lo que también hago ahora. En mi cabeza siempre ha estado la idea de ganar, aunque el principal objetivo es disfrutar del fútbol. Es cierto que pasas malos momentos, pero con ganas y esfuerzo se superan. Además están la familia y mi novia, que me ayudan mucho”, comentó el canterano, que recordó que “siempre han podido más las ganas de estar aquí que cualquier otra cosa”: “Para mí lo máximo es llegar a jugar en la selección y estar con este grupo me llena de satisfacción”.
Además, aclaró que con el combinado nacional se encuentra “muy a gusto”. “Mi objetivo desde pequeño cuando jugaba al fútbol era llegar a la selección española y es el sueño que por fin he alcanzado”, resaltó.
Tal es su calma y bienestar que no tuvo reparos en admitir que ahora se siente “feliz”, aunque con algún matiz: “Ahora bien, sé que debo digerir los acontecimientos con normalidad”.
LA IMPORTANCIA DE DIOS. Jesús Navas también desgranó en estas declaraciones algunos aspectos más personales de su vida, como por ejemplo sus sentimientos religiosos. El sevillista admitió la gran importancia de Dios en su vida, “por supuesto”, que es y ha sido su máximo apoyo. “Dios es el que me da su ayuda y fuerzas para todo. Las ganas las pongo yo, pero Dios lo es todo. Por eso grabé en mis botas Dios es amor”.
Asimismo, destacó también la importancia de su pueblo, Los Palacios, en su vida, aunque no dudó en bromear: “Tiene algo que ningún pueblo tiene, las sandías y los tomates. ¡Ah¡ y Manuel Orta, el artista flamenco”.
Por último, reconoció que su relación con los medios aún no es la mejor, aunque cada vez va adquiriendo “más experiencia” y va tratando de “asimilarlo bien”: “Es algo que viene ligado con el fútbol y tienes que afrontarlo”.
