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«No somos de grandes proyectos, sino de grandes actitudes»

El portavoz del Grupo municipal del PP hace balance de los tres años de Gobierno municipal y analiza la próxima campaña para las municipales.

el 26 sep 2014 / 12:00 h.

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Juan Bueno, portavoz del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, al iniciar su entrevista con este periódico. /  Pepo Herrera Juan Bueno, portavoz del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, al iniciar su entrevista con este periódico. / Pepo Herrera Ojo a esto: si han logrado batir el récord de turistas venidos a Sevilla en agosto, los populares pueden conseguir cualquier cosa.¿Significa eso que lograrán repetir en mayo la hazaña de las últimas municipales? Juan Bueno no se moja, pero pone mirada de póker. Si tiene una encuesta en la manga, muy malas cartas no lleva. De momento, lo tienen claro: calle, calle y más calle. Es la marca Zoido. Eficacia probada. ¿Estos tres años han sido como se los imaginaba? No [no se lo piensa ni un milisegundo]. Han sido años duros… Todos sabemos que gestionar un ayuntamiento no es un tema menor. Yo sabía que eran trabajos duros, y sabía que había que volcarse en la ciudad, en los vecinos… El problema es que, además de eso, hemos tenido que estar pendientes de muchas más cosas. Porque nos encontramos un ayuntamiento mucho peor de lo que imaginábamos; nos encontramos un desastre mucho peor del que ya adivinábamos en el horizonte. ¿No le parece que el discurso de la herencia debería estar superado a estas alturas de la legislatura? A mí no me gusta el discurso de la herencia. Intento no hablar de ella; a mí me gusta hablar del futuro. El problema es que para explicar muchas cosas a los ciudadanos tengo que ponerme en el punto de partida, y ese punto de partida se ha llamado herencia socialista. Partimos de un sitio muy duro. Habla de momentos duros. ¿Podría concretarlos? Cuando te encuentras un ayuntamiento boca abajo desde el punto de vista presupuestario, donde cuando te decían que había 300 hay 700 millones de deuda; donde hay empresas al borde de la quiebra… Yo no sé cuántas empresas de aguas hay en España y en el mundo que tengan déficit; la nuestra lo tenía. Por ejemplo. Y de ahí, para arriba: una empresa de transportes no deficitaria, sino lo siguiente, con problemas laborales brutales; una empresa de limpieza y de recogida de residuos absolutamente abandonada con problemas no solamente laborales y presupuestarios sino también judiciales y de corrupción… Y con todo eso hemos tenido que luchar. Muchas empresas de este ayuntamiento tenían ya un sitio en los juzgados cuando llegamos. Se supone que han salido del rescate del famoso plan de proveedores. Ahora, ¿en qué van a invertir el dinero que ya pueden usar? Estamos saliendo de eso, se han tomado las medidas para salir de eso, y es muy bueno para poder hacer muchas cosas. Y estamos en ello. Sí, pero ¿qué van a hacer? Ya el actual alcalde, cuando ganó las anteriores elecciones y pasó a la oposición por el bipartito de perdedores, nos enseñó que lo que hay que estar es pendiente de lo que le pasa al ciudadano. Preguntarles qué es lo que les pasa, qué les hace la vida mejor, más feliz; cuál es el pequeño o el gran problema que padece. Y solucionárselo. Y en eso hemos estado permanentemente. Son pequeñas grandes cosas a las que nos hemos dedicado y que nos ha enseñado muy bien el alcalde. Yo, en la legislatura pasada, veía un gobierno demasiado ensoberbecido. Yo he visto cómo el gobierno anterior ha maltratado, en el sentido de relaciones, a las personas que vienen aquí a acercarse pidiendo cosas. Yo he venido con vecinos que venían a pedir cosas al teniente de alcalde –un vado, una acera– y los despedían con cajas destempladas. Me parece increíble. No podía entender cómo un gestor público podía hacer eso. Eso ha cambiado radicalmente. Sin embargo, desde la oposición se dice que ustedes tienen un serio déficit en materia de participación ciudadana, desde la nonata administración electrónica hasta la falta de cumplimiento de los acuerdos de los distritos. Yo no estoy de acuerdo con eso. Yo creo que la participación ciudadana –la de verdad, no la virtual que se inventaron IU y el PSOE, no la virtual de unas asambleas en las que no participaba nadie–, la de verdad, la de la cercanía y la del vecino que cuenta su problema, en esa estamos de lleno más que nunca. ¿Cree que Ganemos le puede hacer daño a los partidos clásicos, incluidos ustedes? Cuando una formación política se define claramente como de izquierdas, no debe de hacernos daño al centro derecha. Yo sí los veo a ellos muy nerviosos. Nosotros no lo estamos en absoluto desde el punto de vista político. Pero ellos sí. Veo muy nerviosos a la señora Díaz, al señor Espadas, a IU que está n como deseosos de abrazarlos… Una cosa muy rara. ¿Qué datos manejan sobre lo que puede pasar en las próximas municipales? Nosotros, sobre los datos que manejamos no estamos profundamente satisfechos pero estamos satisfechos. Creemos que nuestra forma de gobernar ha calado entre los ciudadanos, y así nos lo están diciendo. Los sondeos dicen que los ciudadanos están mayoritariamente contentos con nosotros. Dígame tres grandes proyectos que hayan sacado adelante. Mire usted, nosotros no somos de grandes proyectos, so mos de grandes actitudes ante la ciudad. Nuestro gran proyecto es que el Ayuntamiento tenga las puertas y las ventanas abiertas, que todos los ciudadanos sepan que tienen colaboradores en los concejales y en todas las personas del gobierno, y que estamos a su disposición y para servirles a ellos. Yo creo que ese es el mayor logro que ha habido. Después, un logro importantísimo que se ve menos pero que se verá, con las consecuencias que eso trae, es lo que hemos hecho con las cuentas de este ayuntamiento. Para no poner a medio ayuntamiento en la calle. Aquí, nosotros llegamos y la opción era o se remangan y se ponen a trabajar y a tomar decisiones en serio, o tenemos que cerrar el Ayuntamiento y todas las empresas. Hemos a rreglado las cuentas públicas, el milagro que nadie se esperaba, y ahora vendrán muchas más cosas. ¿Por qué están privatizando la gestión de los centros deportivos de los barrios? ¿No cabe una buena gestión pública de los mismos? Bueno, eso de que los estamos privatizando es lo que dice la oposición. La gestión de los centros deportivos lo que no podía estar es como estaba. Era el ejército de Pancho Villa del señor Torrijos. Eso era. Aquí se ha puesto orden en una gestión en la que no se sabía muy bien quién cobraba, qué cobraba ni en concepto de qué lo cobraba, ni por qué. No es priv atizar nada. El deporte municipal sigue siendo del Ayuntamiento sevillano y lo pagamos entre todos, y además participa más gente que nunca. Y eso son datos. Solo hay que ver cuántos participan ahora en las actividades deportivas y cuántos participaban antes. Aquí se buscaban titulares extraños. Fomentar el deporte en Sevilla no era cortar el Paseo de Colón y poner a la gente allí a jugar al ajedrez. Es otra cosa. Eso es buscar un titular simpático para no sé qué que te inventas sobre la sostenibilidad, y fastidiar a todos los vecinos de la ciudad. Gestionar el deporte es lo que nosotros hemos intentado hacer y estamos haciendo, poniendo orden en una gestión desorg anizada. Pero la privatización de la gestión va más allá: han querido hacerla en el Costurero de la Reina, en el Paseo del Arte... y no les ha salido o se han retrasado. Nosotros pensamos que la colaboración público-privada es fundamental. Eso es magnífico. El maratón de Sevilla es un ejemplo. Otra cosa es privatizar, que no tiene nada que ver. Nosotros estamos hablando de colaboraciones público-privadas en Altadis, en el Puerto, en los bajos de Marqués del Contadero, en la Gavidia, en aparcamientos públicos…. Pues será muy buena esa colaboración, pero las cosas no salen. Bueno, lo que hay que preguntarse, y en eso somos contundentes, es por qué no salen algunos proyectos. Yo digo que en este tipo de colaboración, lo que depende de nosotros sale. Ninguna duda. El problema es cuando no depende de nosotros. Y esto se llama bloqueo. Bloqueo contundente a las propuestas del gobierno del señor Zoido en la ciudad de Sevilla. Y bloqueos por la Junta de Andalucía. ¿Qué le estamos pidiendo?, ¿dinero? No. Es curioso. Eso es lo que les querría explicar a los sevillanos. No le estoy diciendo a la señora Díaz deme usted tantos millones de euros y como no me los da confronto con usted, no. Yo le digo a la señora Díaz permítame que yo haga cosas en la ciudad que no me deja. Y no le pido dinero de más: págueme lo que me debe. Solo pido que me deje desarrollar sitios de mi ciudad muy importantes y estratégicos, que crean empleo y que son absolutamente fundamentales para la consecución de estos objetivos. Y el ejemplo del puente de la Torre Pelli es sangrante. Y nos lo bloquean porque no somos de su color, porque hay un señor, el alcalde, del PP. No existe otro motivo. A mí me indigna. ¿Esa es la relación que tienen con la Junta? Esa es la relación que ellos quieren. Es mucho pedir que se comprometan con el metro: lleva ya ocho años parado, y yo sé que no es el momento de los 300 millones de euros de inversión, yo lo sé, pero ¿por qué tengo yo que renunciar a mi proyecto por Sevilla? Algo podría usted haber hecho, no decir que está satisfecho con la línea 1 de metro. Eso es marear a los ciudadanos. Como el tema de la Ciudad de la Justicia: ¡pero si fue usted quien lo dijo! Yo recuerdo, año 97 o 98, gobernando Aznar, el brutal enfrentamiento que protagonizó la Junta con el Hospital Militar, que si era para los andaluces, que el Gobierno de España nos fastidia, que si era importante para el tema sanitario de los sevillanos… ¿Y ahora qué pasa con el Hospital Militar? Es que estoy seguro de que están buscando una cláusula para devolverlo. De vergüenza. ¿No le parece que esos bloqueos de los que habla no serán más bien un posicionamiento político? ¿Qué argumentos pueden tener, cuando van a ir a trabajar 400 personas a la Torre Pelli, para no querer hacer un puente nuevo? Vamos a tener un problema muy pronto. Hablando de tráfico: ahora quiere hacer Ana Botella en Madrid lo que no quiso Zoido aquí, cerrar el centro. Madrid no es Sevilla. Tiene cuatro o cinco veces más habitantes. Estos señores dijeron: en el centro no entra nadie ¿Cómo va a ser esto? ¡Pero ni los autobuses! Es que nosotros hemos tenido que alargar líneas de autobuses para que lleguen al centro, que es que no llegaban; habían decidido que los autobuses no llegaran al Duque. Pero bueno, ¿en qué locura estamos? ¿Cómo llegamos al centro? ¿Nos tiramos en paracaídas? Lo que no podemos es fastidiar a los vecinos. Porque no son solo losdel centro, sino todos los que van al centro. Iban a convertir esto en un erial. Otra cosa: ¿tres años se tardan en adjudicar una vivienda, de los cientos que tienen vacías y sin dar? Bueno justificó el retraso en la entrega de viviendas municipales a la necesidad de «hacer las cosas con cabeza». / Pepo Herrera Bueno justificó el retraso en la entrega de viviendas municipales a la necesidad de «hacer las cosas con cabeza». / Pepo Herrera En vivienda hemos estado pendientes de muchas cosas. El presupuesto no daba para construir miles de viviendas; ya nos habría gustado solucionarles el problema de la vivie nda a los sevillanos. Hemos estado en hacer esfuerzos casi donde no se podía; Regiones Devastadas, los Pajaritos… Hemos empezado con Los Pajaritos, le pese a quien le pese. Y vamos a seguir. Y después, no hemos permitido ningún desahucio. Eso no lo pueden decir ellos. La izquierda desahució a mucha gente. El señor Espadas fue consejero de Vivienda y firmó creo que fueron 40.000 desahucios en Andalucía, incluida Sevilla. Así que… ¿miles de bloques de viviendas en Sevilla? Pues no. Nos ha tocado hacer otras cosas. Dedicarnos a barrios con muchísimos problemas, haciendo una labor callada pero intensa en El Vacie, en el Polígono Sur… y en eso estamos. Sí, pero ¿por qué no las entregan? Es que nosotros tenemos que seguir los procedimientos que hay que seguir para poder entregarlas. Nosotros, la política de la patada en la puerta de la Corrala no va con nosotros. Claro que nos gustaría que las cosas fueran mucho más rápidas, pero no podemos hacer cosas porque nos mueve de pronto el corazón una persona: estaríamos haciendo una injusticia porque el que no viene está mucho peor. Y hay que hacer las cosas con cabeza. Zona azul, y vamos a resolver esto de una vez: ¿Me puede decir qué entidades vecinales, con sus nombres, están de acuerdo con lo que han hecho? Muchas, claro que si. El otro día estuve reunido con muchas de ellas, desde Nervión hasta asociaciones de Bami, de la Pirotecnia… Yo entiendo que como el señor Espadas no está en el mundo y no ha hablado con los vecinos, pues eso. Es como cuando dijo en la entrevista de El Correo que por qué habíamos puesto la zona azul en Los Remedios y en Triana no. ¡Si la pusieron ellos! Y en Bami era un auténtico clamor de los vecinos. La zona de Pirotecnia era una reivindicación, Nervión también. Entonces tenemos que sacrificarnos un poco más, y el sacrificio es muy fácil: transporte público. Que es el que tenemos que facilitar sí o sí. Para que a las personas que van a esos barrios no les fastidiemos la vida. Una prueba: si allí donde lleva tiempo la zona azul les decimos a los vecinos que se la vamos a quitar, las reacciones serían como si dijéramos que iban a volver a pasar los coches y los autobuses por Tetuán. La zona azul está en todas las ciudades del mundo.

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