El estadio Ramón Sánchez Pizjuán cuenta ya con un nuevo terreno de juego, después de que anoche se instalasen los últimos tepes. El proceso se ha llevado a cabo casi en tiempo récord y permitirá jugar en un césped acorde con el nivel del equipo y de las competiciones en que toma parte.
En apenas unos días, el club ha cambiado por completo el terreno de juego del Sánchez Pizjuán, tras comprobar que era la mejor solución en vista del estado que presentaba, impracticable. Esta pasada madrugada se instalaban los últimos tepes, después de que los operarios hayan trabajado a destajo para que la hierba enraíce lo más rápido posible. Verles preparando el campo hasta entrada la madrugada estos últimos días ha sido una constante, lo que ha permitido que hoy se pueda hablar ya del fin del proceso de instalación del nuevo césped.
No es la primera vez que el Sevilla se ve obligado a sustituir un tapete por otro recién puesto. De hecho, en 2005 tuvo que hacerlo tras comprobar su mal estado durante la disputa del primer partido de Liga, frente al Racing de Santander, un 28 de agosto. Durante ese encuentro, el césped se levantó por numerosas zonas y afectó al juego.
Ahora, cuatro años después, ha ocurrido lo mismo. El pasado 1 de junio, el club anunció su decisión de aprovechar el final de la temporada para cambiar el césped del Sánchez Pizjuán. Además, en una iniciativa sin precedentes en la historia de la entidad, lo puso a la venta por trozos a todos los interesados. Hasta un millar se hicieron, al precio de 9,95 euros cada trozo de campo.
Además, el valor simbólico de tratarse del terreno de juego donde el conjunto nervionense forjó la conquista de sus últimos cinco títulos fue un aliciente añadido para los sevillistas, que aplaudieron la iniciativa del club.
EL 'AVISO' DE MESTALLA. Entre las diferentes explicaciones dadas por los protagonistas de la derrota frente al Valencia se encuentra el estado del terreno de juego de Mestalla. Sus pésimas condiciones -similares a las que presentó el Louis II de Mónaco en la Supercopa de Europa- fueron un hándicap tanto para Valencia como para Sevilla. Ahora, con temperaturas más bajas y relativo descanso, el tapete del Sánchez Pizjuán debe estar a la altura de las circunstancias.
