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Pastel con guinda

La foto de la secretaria del juzgado penal numero 1 de Sevilla en la primera página de este periódico dolía. Sonreía de ojos a boca, arropada por sus colegas, que hacían del caso Tirado causa contra las carencias de la administración de Justicia.

el 15 sep 2009 / 17:13 h.

La foto de la secretaria del juzgado penal numero 1 de Sevilla en la primera página de este periódico dolía. Sonreía de ojos a boca, arropada por sus colegas, que hacían del caso Tirado causa contra las carencias de la administración de Justicia. La secretaria del juzgado ayer insistió en el error de sacudirse toda responsabilidad en el retraso que sufrió la ejecución de la sentencia del juez, condenando a Santiago del Valle a dos años y dos meses por abusos sexuales contra su propia hija. Juana Gálvez salió, leyó y desapareció sin permitir preguntas a los periodistas. A propósito, las asociaciones de la prensa y los propios periodistas no deberíamos consentir ser convocados por comparecientes que no admiten preguntas.

En fin, la secretaria del juzgado leyó su comunicado, dejó en el aire una sensación de exceso en la manera de descargarse de toda responsabilidad y no hubo más. Tiene responsabilidad, aunque la última y definitiva es la del juez. El caso no es el caso Gálvez, sino el caso Tirado, y, por cierto, es el juez quien desautoriza el argumento de que lo que ha ocurrido en su juzgado ha sido por falta de medios, cuando en su escrito al CGPJ para que éste desestime el recurso de la Fiscalía contra su sanción, argumenta en su descargo que la ejecución de la sentencia "no exigía un trato preferente" y que "no había datos concretos de urgencia". Ni más ni menos. Y ni la secretaria hace autocrítica, ni el juez pide perdón. Al pastel le han puesto la guinda los magistrados del Supremo, presionando al CGPJ para que "esté a la altura" cuando se ponga a considerar la sanción al juez Tirado. De exceso en exceso hasta la derrota final del sentido común y ¿de la justicia en este caso?

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