Aunque su trayectoria como realizador se remonta a finales de los años setenta, lo cierto es que Atom Egoyam no daría el salto a la gran pantalla hasta mediados de los ochenta, no reconociéndosele como uno de los directores más interesantes de la parca producción canadiense hasta Exótica, casi dos décadas despúes de haber comenzado a trabajar. Cineasta con un estilo tremendamente personal que siempre ha sabido mantenerse apartado del mainstream, (incluso cuando ha contado, como es el caso del filme que nos ocupa, con estrellas de cierto renombre), la filmografía de Egoyam casi siempre se construye sobre una profunda base emocional en la que la precisa labor del cineasta va dibujando personajes desgarrados por las ausencias en un cine que nunca resulta fácil de cara al gran público .
Remake de la cinta francesa Natalie X (estrenada en 2003 y protagonizada por Gérard Depardieu, Fanny Ardant y Emmanuelle Beart), Chloe narra la historia de Catherine (Julianne Moore), una ginecóloga de éxito que lleva una vida acomodada, aunque monótona, junto a su marido David (Liam Neeson) y su hijo Michael, y que comienza a tener sospechas de que David la engaña. Despúes de conocer a Chloe (Amanda Seyfried), una joven y bella prostituta de lujo, decide contratarla para que seduzca a su marido y poner a prueba su fidelidad. Pero los relatos de los encuentros de Chloe con David no sólo prenden en Catherine la mecha de los celos, sino también una serie de deseos ocultos que la desconciertan. Atrapada en una telaraña de pasiones y sentimientos encontrados, Catherine descubrirá que en el peligroso juego de seducción de Chloe toda su familia está implicada.
