-Disputa hoy en Punta Umbría su sexto Mundial absoluto de cross, séptimo con el de categoría júnior de 1996.
-Valoro más que se cumplen diez años desde el primero que corrí (Ostende). Viene a demostrar que he estado a buen nivel durante una década, porque en este deporte nunca se sabe cuántos años vas a estar en la élite, y aquí sigo cuando había gente que me había enterrado ya.
-¿Cuál es la clave para que haya resurgido este invierno?
-Ha influido un cambio de mentalidad, he vuelto con mi antigua psicóloga (Toñi Martos) y me ha venido bien cambiar de aires. La decisión de ir a entrenar a Madrid ha sido un acierto. Mi objetivo de la temporada era este Mundial y me lo he ganado. He recuperado las sensaciones de antes. El problema en Sevilla es que estaba solo. Aquí tenemos muy buenos mediofondistas, pero a mí no me sirve. Debí irme antes. Entrenar mañana y tarde en un grupo me permite una calidad de trabajo en esas dos o tres semanas que equivalen a un mes entero en Sevilla, donde solo es fácil distraerse. Además, a 150 metros de la Blume tengo los mejores servicios médicos. Me faltaba estímulo y motivación.
-Llegas al grupo de Manuel Pascual justo cuando se desencadena la Operación Galgo.
-Sobre mí, como sobre muchos otros, se han dicho barbaridades. A mí ni me han llamado ni me llamarán para declarar, como he visto escrito en algún periódico. Se han dicho muchas cosas antes de que se lleguen a demostrar. En un artículo de un periódico deportivo leí el otro día que en Punta Umbría iba a correr ‘la Galgo Nuria Fernández'. Me sentó fatal. Qué falta de respeto. Nunca he dicho nada del dopaje, no he querido pronunciarme porque yo hablo en la pista y no especulo. Mierda siempre ha habido, hay y habrá, y el que se dope y lo cojan, que acarree y cumpla la sanción. Pero ese juicio paralelo con Nuria y otros atletas sin que haya pruebas me parece basura.
-Muchos le han dado la espalda a Nuria Fernández, que hoy compite en Punta Umbría.
-Siempre hay gente que sale cuando surgen casos así y suelta que ‘eso ya lo sabía yo, era un secreto a voces'. Me parece tremendo que si lo sabían no lo denunciaran ante la federación o en un juzgado. Yo si veo que alguien hace trampas así actuaría. A toro pasado todos somos Manolete y hay mucho cobarde.
-¿Pascua le ofreció doparse?
-Manuel Pascua no me ha ofrecido absolutamente nada. Me fui con él en octubre del año pasado y en total habré estado en sus entrenamientos unos dos meses. Ni me ofreció nada ni vi nada raro en el grupo. Me quedé de piedra cuando saltó todo y no sé qué creerme, la verdad. Repito lo mismo, se habla, se especula pero lo que hay que hacer es esperar, que se demuestren las cosas y que paguen los culpables. ¿Por qué en este país no se respeta la presunción de inocencia? Tengo la conciencia muy tranquila. El año pasado pasé doce controles, de sangre y de orina. Ahora estamos en marzo y ya he pasado cuatro, el último una analítica de sangre que utilizarán para el pasaporte biológico. Que me hagan todos los que quieran. No tengo que gritar a los cuatro vientos que no me dopo. He luchado mucho, he pasado mis controles y sigo corriendo, tratando de ganar en la pista.
-Con César Pérez, entrenador de Marta Domínguez, tiene una amistad de mucho tiempo y han compartido entrenamientos muchas veces.
-Es cierto, y la amistad y las personas están por encima de todo. Me quedé muy sorprendido pero no me considero juez ni parte, ni en su caso ni en el de Marta. Como amigos hemos hablado mucho pero jamás de nada de esto. Lo llamé para saber cómo estaba el César persona que conozco. Luego, cuando salga el juicio, veremos. Si un juez lo demuestra, pues como amigo me sentiré engañado, pero no voy a juzgarle. El problema es de César y él tiene que afrontarlo con sus consecuencias si es que las hay. Lo mejor sería que el juez del caso dijese las pruebas que tiene para saber la verdad, porque de las conversaciones que se han filtrado hay insinuaciones, muchas dudas y pocas cosas claras.
-Con Bezabeh sí parece que están claras las cosas.
-Cuando te sacan medio litro de sangre, tontos con la edad que tenemos no somos. No puede decir que lo han engañado. En general en estos temas hay mucha ignorancia, y en la prensa aún más. Recuerdo cuando se puso de moda hablar de la creatina porque no sé qué futbolista la había utilizado, y no es más que un recuperador muscular. Pero alguien escribió que era dopaje.
-¿Cómo es el ambiente en la selección con todo este caso?
-Primero quiero decir que hay muchos atletas que han actuado con una hipocresía enorme. Que no le dejaran recoger a Nuria Fernández el trofeo de mejor atleta del año me pareció fatal. Muchos han hablado sin saber, con una actitud ruin hacia una persona que es una gran atleta desde chica, que ha ganado muchas medallas, que ha representado a España muchas veces. Y los atletas lo que tenemos que hacer es dedicarnos a eso, a ganar medallas. Yo con mi deporte hablo de lo positivo, de que Nuria ha sido campeona de Europa en Barcelona y subcampeona europea indoor. Y las demás, que hablen menos y que si pueden le ganen en la pista. Está tan limpia como cualquiera mientras no se demuestre lo contrario. La trataré igual que antes porque es mi amiga.
-¿Seguirás en Madrid o te planteas volver a Sevilla?
-Sigo en Madrid con Landa. Subo para dos o tres semanas. Volver a Sevilla con Joaquín Muñoz no me lo he planteado porque a la vista está que me ha venido bien cambiar de aires por la motivación y la calidad de trabajo. He hablado con Joaquín porque al principio se lo tomó a mal. Él es quien me hizo campeón de Europa y eso no lo olvidaré nunca, y seguro que seguiré colaborando con él.
-¿Futuro en el maratón?
-Para la pista seguiré en los 3.000 obstáculos, porque mi idea es intentar ganarme plaza en el Mundial de Daegu en mi prueba de siempre y estar entre los ocho mejores del mundo. Si no sale, intentaré el maratón de cara a los Juegos de Londres.
