Cultura

Puerta Grande para el Juli y Perera, y oreja para Morante

El Juli y Miguel Ángel Perera salieron ayer a hombros de la plaza de toros de Pamplona después de haber cortado tres y dos orejas respectivamente, mientras que Morante obtuvo una en una corrida entretenida donde los de Cuvillo resultado manejables, pero muy justos de raza.

el 16 sep 2009 / 05:43 h.

El Juli y Miguel Ángel Perera salieron ayer a hombros de la plaza de toros de Pamplona después de haber cortado tres y dos orejas respectivamente, mientras que Morante obtuvo una en una corrida entretenida donde los de Cuvillo resultado manejables, pero muy justos de raza, según informó 'burladero.com'.

El segundo toro del festejo tenía calidad pero salió descoordinado, por lo que fue devuelto a los corrales. En su lugar salió un sobrero de Cuvillo que tuvo el principal defecto de no terminar nunca de entregarse en muleta de El Juli. Con él, el de Velilla de San Antonio volvió a dar buena muestra de su técnica y poder, dando la distancia precisa a un Cuvillo que pedía mucho sitio en cada muletazo, sin apretarlo para que no se acobardara.

Al cuarto lo volvió a cuidar desde que salió por los chiqueros y toreándolo bien a la verónica. El Juli volvió a estar inteligente, firme y seguro con los trastos, dando al principio todas las ventajas al animal hasta que acabó sometiéndolo, en varias series rotundas de mano baja. Estuvo por encima del toro, que tampoco se entregó, mató de media estocada y paseó los dos trofeos, el segundo bastante generoso.

A manos de Morante fue a parar el mejor toro de Núñez del Cuvillo noble y bajo de raza que terminó yendo a más gracias al temple y al buen toreo del diestro sevillano y que fue el de mejor juego de todo el encierro.

Salió distraído el de Cuvillo, manseando e incluso perdiendo varias veces las manos. Sin embargo, Morante vio rápidamente la buena condición del animal, brillando ya en un buen quite de chicuelinas, antes de un tercio de banderillas en el que su cuadrilla le cuidó mucho.

La faena de muleta tuvo mucha intensidad. Faena larga gracias a que supo sacar la nobleza del animal, también por el izquierdo, girando los pies con muchísima torería y alargando el muletazo. La estocada cayó a la par que desprendida y cortó un trofeo.

Peor condición tuvo el cuarto, que apenas duró a un Morante que levantó olés con mucha fuerza con el capote, a la verónica. Morante no pudo ligar las series, muy cortas, todo muy intermitente y probando varios terrenos hasta acabar en chiqueros.

Por su parte, Miguel Ángel Perera derrochó ganas y firmeza desde que se abrió con el capote, con un arriesgado quite por tafalleras. Sin dejarse ganar la pelea, se fue a los medios para comenzar con varios pases cambiados por la espalda, pasándose el toro muy ajustado y sin rectificar ni un milímetro, a pesar del viento y de la poca claridad en la embestida del toro.

El sexto tenía clase, pero sufrió dos fuertes choques, lo que unido a su poca raza, mermó sus fuerzas. Perera consiguió arrancarle la oreja, tirando mucho del toro y dejando que los pitones le rozaran los muslos.

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