Rafael Gordillo considera "absurdo" dudar de Mel y su equipo.
El Betis ha salido de la zona de ascenso directo y la desazón ha cundido en parte del beticismo. En los círculos de aficionados predominan el apoyo a Pepe Mel y la confianza en un equipo que ya protagonizó la mejor primera vuelta de la historia de Segunda, pero también hay planteamientos extremos que señalan al entrenador y vinculan el pobre rendimiento del conjunto con la causa judicial contra Lopera, el concurso de acreedores y las presuntas dificultades para cobrar los sueldos de esta temporada. Rafael Gordillo apareció ayer para zanjar cualquier posible debate. "Es absurdo. Nosotros estamos con Pepe Mel y el equipo y la afición. Tenemos que ser una piña, ahora no vamos a sacar basura", dijo el presidente, que dejó muy claro que las circunstancias extradeportivas no mantienen ninguna relación con el bajón del equipo. "La Audiencia no tiene nada que ver con lo que está pasando. El fútbol es así: no entra la pelota, a armar jaleo. Pero nosotros vamos a lo que vamos. La ley concursal tampoco tiene nada que ver, el equipo está cobrando y está tranquilo", aseguró.Los jugadores no están nerviosos por el asunto pecuniario, según Gordillo, pero sí por el deportivo. "Tienen que estar preocupados porque perder no gusta a nadie y ya llevan tres partidos seguidos, pero el grupo está unido. Confiamos plenamente en el equipo, lo que ha hecho en la primera vuelta no es humo. Eso está ahí y los jugadores son los mismos. Esto es pasajero, vamos a salir adelante", pronosticó.
IRINEY, ALTO Y CLARO. Por parte del vestuario también hubo ayer un llamamiento a la calma, a que no cunda el pánico. Lo lanzó uno de los futbolistas más expresivos del plantel, Iriney, que contestó sin remilgos una pregunta sobre lo extradeportivo y su posible repercusión en el grupo. "La ley concursal no tiene nada que ver, desde el principio apartamos todo lo malo y no por pasar un pequeño bache vamos a sacar toda la mierda. La gente del club debe hacer todo lo posible y trabajar con dignidad, y nosotros, sudar la camiseta. Todos los partidos son finales y tenemos que estar finos en todos los sentidos", indicó el hispanobrasileño. Por si sirve de ejemplo, la semana pasada hubo una reunión entre los capitanes y la cúpula del consejo.
Iriney, por lo demás, admitió que para ellos "es un palo estar toda la temporada arriba y de repente, por tres pequeños fallos, estar en la tercera plaza". "Pero el grupo está muy unido, más todavía que antes. Ya está bien de perder, basta ya", reclamó el mediocampista, que negó dos tópicos. El primero, que el equipo esté cansado: "El cúmulo de partidos quizá puede haber influido, pero lo mínimo. Todo es psicológico, somos jóvenes y si estás cansado, aliméntate bien, vitamina y para delante". Y el segundo, que la Copa les ha perjudicado: "Se habla porque después de esos partidos han venido los tres palos y es la excusa del millón, pero aquí no hay excusas. Estamos muy tranquilos, de verdad. En el vestuario se respira paz, que no relajación, eso nadie lo va a permitir", prometió el jugador, que por tanto achaca el bajón sólo a razones futbolísticas: "Hace cuatro semanas hablábamos de que el Betis era el Barça y la naranja mecánica. Esto va por épocas. Esta gente [Rayo y Celta] ya cogerá el bache", auguró.
