Las pinturas murales de la cúpula de la capilla de San Andrés son de autor desconocido y están datadas hacia 1740.
Una capilla para estrenar de nuevo. La sede canónica de la hermandad de Los Panaderos abrirá nuevamente sus puertas en el mes de octubre según las previsiones de su hermano mayor, Ildefonso Martínez después de más de cuatro meses de cierre por obras. Nueva instalación eléctrica, enfoscado de las paredes, saneamiento y pintado de la fachada... Desde principios de los noventa la capilla de San Andrés no era sometida a una intervención global de esta envergadura. Con esta actuación y las llevadas a cabo durante el verano del pasado año, la corporación de la calle Orfila culmina un largo plan de obras de conservación y restauración de la capilla y sus dependencias gracias al cual se ha intervenido prácticamente en la totalidad de las estancias, tales como la sala de archivo y grupo joven, el despacho del hermano mayor, mayordomía y secretaría, la sala de juntas y la sacristía del templo.
Pero sin duda la intervención más llamativa desde el punto de vista artístico ha sido la restauración integral y la limpieza de las valiosas pinturas murales de la cúpula del templo, catalogadas como pintura sevillana de hacia 1740. Una minuciosa actuación que ha sido posible gracias al convenio de colaboración firmado por la hermandad con la Fundación para la Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS) y por el que prácticamente la cofradía sólo ha tenido que sufragar los materiales, corriendo a cargo de la Universidad la mano de obra y los seguros sociales. María Dolores Zambrana y Beatriz Prado, profesoras de Conservación y Restauración de la Facultad de Bellas Artes, han estado al frente del grupo de profesionales y becarios que durante dos meses se ha encargado de restaurar en las alturas estas pinturas murales. La coordinación de los trabajos ha corrido a cargo del profesor de Historia del Arte y ex hermano mayor de la corporación, José Roda Peña, quien subraya la importancia de las pinturas de la cúpula de San Andrés. «Se trata de unas pinturas murales del siglo XVIII que se conservan prácticamente intactas. La única intervención documentada que se conoce sobre ellas data del año 1962. Se ofreció a realizarla gratis et amore el pintor Francisco Maireles y la hermandad le correspondió entonces nombrándolo hermano honorario, algo que no se conocía». El programa iconográfico de estas pinturas reproduce a los cuatro Evangelistas y a los cuatro Padres de la Iglesia latina. Explica José Roda que no se conoce el autor de estas pintutas murales ni tampoco han tenido nunca atribución alguna. Para intentar despejar esta incógnita, el profesor Enrique Valdivieso, especializado en la escuela sevillana de pintura, se ha comprometido a analizarlas en profundidad dentro de un proyecto nacional de investigación I+D sobre pinturas murales sevillanas del siglo XVIII.
«El resultado de la restauración es espectacular», subraya José Roda. La obra se verá realzada con la nueva iluminación artística que la Fundación Sevilla Endesa instalaráen la capilla de San Andrés a partir de mediados de septiembre.
Finalizadas todas las obras en la capilla, aún quedará una fase de limpieza y colocación de bancos y altares, que fueron trasladados a la casa de hermandad durante estas actuaciones. Por todo ello el hermano mayor de la corporación del Miércoles Santo augura que será casi con seguridad en octubre cuando la capilla de San Andrés de origen tardomedieval, si bien su construcción actual se fundamenta en el siglo XVII pueda abrir nuevamente sus puertas al culto tras una intervención integral en la que la hermandad sólo ha invertido algo más de 40.000 euros, gracias sobre todo a que la contratación de las tareas de albañilería y pintura se ha realizado a través de empresas de hermanos, lo que ha abaratado enormemente los costes.
«Con una seguridad del 99%, los cultos de la Virgen de Regla en septiembre se celebrarán en la iglesia San Martín». El Cristo del Soberano Poder sigue, mientras tanto, en el taller de Gutiérrez Carrasquilla.
