Sevilla, con 16.000 militantes y unos espectaculares resultados electorales sostenidos en el tiempo, es una de las agrupaciones más importantes del PSOE en España. El partido gobierna en la mayoría de municipios de la provincia, la Diputación y el Ayuntamiento de Sevilla, la principal alcaldía con la que cuenta la federación socialista. La dirección del PSOE de Sevilla, elegida libre y democráticamente en su congreso provincial, asume una enorme responsabilidad. José Antonio Viera, reelegido secretario general con el 89% de los votos, ha salido reforzado políticamente y tiene manos libres a través de su nueva ejecutiva para afrontar los nuevos retos de la provincia. Los socialistas sevillanos deben tener claro que su prioridad es la de arreglar los problemas de la gente, no la de enredarse en cuitas orgánicas para repartirse el poder. Una vez cerrado el congreso provincial, la nueva dirección del partido debe remangarse para afrontar asuntos como la asfixia económica de los ayuntamientos. En ese sentido, la delegación de Sevilla incluyó una enmienda en el congreso regional para afrontar la financiación local con la Junta y el Gobierno antes de 2010. Todas las energías deben centrarse en acelerar con otras administraciones los grandes proyectos de transporte público para Sevilla como el Metro, la SE-40, los cercanías y los tranvías. El PSOE deberá estar vigilante desde sus instituciones para que la crisis económica no afecte a los más débiles, reforzando las políticas sociales, con ayudas decidida a los dependientes y a los inmigrantes. La Gran Sevilla y su vertebración territorial y de servicios deberá estar en primera línea de la agenda. Y, por supuesto, el PSOE de Sevilla tendrá que trabajar para normalizar la situación en el ayuntamiento de Sevilla. Es evidente que los problemas internos nunca deberán afectar a los servicios que se prestan al ciudadano. Ése será el mayor reto del PSOE.
