El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cargó ayer contra el presidente valenciano, Francisco Camps, al preguntarse "cuántos problemas se hubiera ahorrado si hubiese pagado los trajes a ese amigo que los regaló y que ahora está siendo investigado", en referencia a la trama Gürtel.
Rubalcaba, que ayer estuvo en las localidades gaditanas de Jerez de la Frontera y Villamartín, advirtió de que es "peligroso" para el Estado de Derecho que el Partido Popular denuncie una "conspiración universal" para deteriorar su imagen pública, algo que además "es falso". Estas declaraciones se producen después de que una juez de Madrid haya admitido a trámite una denuncia del PP por las filtraciones de las escuchas del sumario de la trama de corrupción Gürtel.
En declaraciones a los periodistas, Pérez Rubalcaba explicó que "no es bueno" que el PP invente "teorías" de que se le persiga a través de una "gigantesca operación" en la que participarían "policías, jueces y guardias civiles", algo que es "falso" y "peligroso". A este respecto, el ministro de Interior consideró "un poco fuertes" las declaraciones realizadas el viernes por Camps, quien dijo en un mitin que José Luis Rodríguez Zapatero pretendía convertir a España "en un régimen de terror".
respuesta popular. Pocas horas después, la respuesta al ministro le llegó por boca del vicesecretario de Organización del PP de la Comunidad Valenciana, David Serra, quien aseguró que las declaraciones de Rubalcaba "demuestran su nerviosismo" después de que un juzgado madrileño haya aceptado a trámite la denuncia presentada por el partido por revelación de secreto de sumario.
En este sentido, Serra solicitó al responsable de Interior "que se ocupe de su Ministerio y de ayudar" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a "salir de la crisis a la que ha abocado a España", en lugar de hacer "declaraciones estridentes que no son dignas de una persona que tiene tan alta responsabilidad".
El dirigente popular calificó las declaraciones del ministro de "desafortunadas, al atender los consejos de sus compañeros valencianos y atacar" al presidente Camps. "El ministro de Interior debería demostrar más respeto por las decisiones judiciales y no hacer interpretaciones retorcidas que sólo tienen cabida en la imaginación socialista", indicó.
En el mismo sentido se manifestó la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien pidió la dimisión de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, por su actuación en el caso Gürtel sobre la supuesta corrupción en el PP.
Barberá hizo estas declaraciones durante la cena de inicio de curso político organizada por el PPCV en la Plaza de Toros de Valencia, y denunció que el caso Gürtel ha sido "una cacería despreciable". En este sentido, aludió al sobreseimiento de la causa valencia y afirmó que "ya se acabó la infamia". De este modo, resaltó el apoyo ofrecido a Camps, cuyo "sufrimiento los ha convertido en votos", añadió la regidora valenciana.
Por último, el presidente del PP, Mariano Rajoy, que también asistió a la cena de inicio del curso político, manifestó que tanto él como todo el partido se sienten "orgullosos" del PPCV y de sus dirigentes, y advirtió de que si los que les han atacado "vuelven a las andadas" esta formación "dará las batallas que tenga que dar". Así, señaló a los "actuales dirigentes, que se llaman socialistas" como los "grandes derrotados" y no descartó que éstos sean "capaces de volver a las andadas, porque no descansan cuando se trata de ir contra el Partido Popular", sentenció el líder de la oposición.
