Continúa la represión del Gobierno sirio contra la población civil que se opone al régimen de su presidente Bashar al Assad. Ayer, al menos tres personas murieron por los disparos realizados por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes concentrados en la ciudad de Jableh, según informó la cadena panárabe Al Yazira citando a testigos presenciales.
Tras estas nuevas muertes -un centenar en tres días-, la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, condenó el uso de la fuerza contra los manifestantes por parte del régimen sirio y lo tildó de "espantoso e intolerable". Por su parte, la Comisión Internacional de Juristas (ICJ por sus siglas en inglés) aseguró ayer que al menos 330 personas han muerto desde que comenzaron las protestas, el pasado 15 de marzo, según un listado elaborado a partir de fuentes propias de dentro del país. Por ello, ICJ exigió la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU .
