Cuando te das cuenta de que el único en el que puedes confiar eres tú mismo es el momento de despertar de tus oscuras pesadillas y levantarte del barrizal inmundo en el que se ha convertido tu vida: tu hija muerta, tu trabajo abandonado y la confianza en todo aquello en lo que habías creído totalmente destrozada. Pero hasta los ángeles caídos vieron cómo se les daba otra oportunidad que desaprovechar, así que el espía perfecto, Sam Fisher, no iba a ser menos que un maldito ser mítico con plumas.
La vuelta a la acción del antiguo, y furioso, agente de Third Echelon se produce varios años y algunos cadáveres después del final de la entrega anterior, Splinter Cell: Double Agent. Tras recibir evidencias que le ayudarán a encontrar a quienes mataron a su hija, que planean un brutal ataque terrorista sobre Washington, todo se precipita y envuelve al jugador en una avalancha de juego continua difícil de eludir.
Es este cambio de ritmo la principal diferencia entre Splinter Cell Conviction y los juegos anteriores, añadiéndose al sigilo un componente de premura y velocidad que lo hace realmente interesante. El cabreo existencial de Fisher, que se desahoga acabando con sus enemigos en vez de contentarse con esquivarlos en silencio fiel a su antiguo estilo, hace que el juego gane enteros.
La implementación de estos cambios se ha llevado a cabo con nuevas características que hacen de la jugabilidad algo mucho más divertido a la par que técnico. La primera de ellas es la llamada marcar y ejecutar, una habilidad que permite, tras alguna infiltración con éxito o un ataque físico a un enemigo, seleccionar hasta cuatro de éstos para ser ejecutados instantáneamente pulsando un solo botón. Muy espectacular, aunque para poder usarla más de una vez hay que recargarla periódicamente.
La segunda novedad es la llamada última posición conocida, por la que, en una situación de acecho, tu cuerpo puede dejar una silueta visible que confundirá a tus enemigos haciéndolos vulnerables a tus ataques. Si a esto se le une el uso del color y el blanco y negro como indicativo de si eres objetivo fácil o no, el acierto de Ubisoft es completo.
Aunque este tipo de juegos son meramente individuales, es destacable el desafiante modo multijugador en el que se penaliza con el final de la partida no saber jugar en equipo y la muerte de tus compañeros, a los que deberás cuidar si quieres seguir adelante con la misión.
No es la primera vez que se toca el tema del héroe envejecido que vuelve a la acción, pero Splinter Cell Conviction lleva el género de la infiltración a un nuevo nivel gracias a las novedades que atesora y que le convierten en, posiblemente, el mejor exponente de la saga. Una buena historia, un apartado técnico excelente, una jugabilidad eléctrica y un equilibrado desarrollo hacen que la venganza de Sam Fisher merezca la pena ser vivida en primera persona por todos aquellos que han sentido en algún momento la dulce llamada de la oscuridad.
