"Todos los días pensaba que había llegado mi hora", declaró Camatte en una entrevista a la emisora de radio France Info que fue emitida ayer, en la que detalló que de sus secuestradores "recibía golpes, bofetadas, porque sí, amenazas directas con el cañón de un kalashnikov".
El ex rehén francés, que tuvo que viajar ayer desde Bamako a Francia, señaló que su secuestro, que se produjo el pasado 26 de noviembre, "ha sido físicamente agotador. Durante varias semanas me dolía todo. Lo más difícil es que me prometieron que me vería un médico y no pude ver a ningún médico ni recibí ningún medicamento", declaró.
"Sufrí cólicos nefríticos porque el agua que me daban olía a gasolina. No me daban nada, ningún cuidado, estaba abandonado. Además, el calor del Sahara, sin barrotes pero con la inmensidad, la soledad, el aislamiento...". Camatte, al que anoche fue a ver el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a Bamako, afirmó que con su liberación acaba de "salir de un periodo doloroso en manos de gente que vive en otro mundo, que no respeta nada, totalmente fanatizados.
Liberado el pasado martes en la región de Kidal, en el noreste de Mali, por la rama de Al Qaeda en el Magreb Islámico, Camatte relató que sus captores "leían todo el tiempo el Corán" y afirmaban a menudo que el resto de musulmanes "no eran verdaderos creyentes". "Aseguran que son ellos los que están en posesión de la verdad suprema y que su objetivo es islamizar al mundo entero, son unos fanáticos".
Explicó que reclutan sobre todo a jóvenes, "entre un 70 y un 80% de ellos de unos 20 años" y que se comunicaba a veces con algunos en inglés, ya que "son pocos los que hablan francés".
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, recordó durante su visita a los rehenes españoles e italianos que permanecen retenidos a manos de los "grupos terroristas que proliferan en el Sahel" y pidió la colaboración de todos los países capaces y que puedan trabajar por su liberación.
"No me quiero olvidar de que aún quedan otros rehenes en la zona, españoles e italianos, que siguen retenidos por estos grupos terroristas que proliferan en el Sahel", explicó. "Todos los países que puedan hacer algo tienen que trabajar para obtener su liberación", señaló el presidente francés a los periodistas.
Sarkozy incidió en los riesgos de seguridad crecientes en la zona norte y oeste de África, mayoritariamente desértica y donde se hace complicado para las fuerzas de seguridad seguir las pistas.
Tras ello, expresó su agradecimiento a su homologó de Mali, Amadou Toumani Touré, por su gestión en la liberación del cooperante galo Pierre Camatte.
"Agradezco a mi amigo, el presidente de Mali, Amadou Toumani Touré, todo lo que ha hecho para la liberación de Pierre Camatte", manifestó en declaraciones a los periodistas en el palacio presidencial del país africano también junto al ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, presente en la visita.
