Tussam inicia ahora una de sus temporadas de invierno más complejas. Pese al recorte en gastos de personal, a la supresión de rutas y a una reducción de vehículos en algunas líneas, parte con una previsión de mejora en sus tiempos de espera. Según los datos del mes de septiembre, que se usan ahora como referente, sólo en una de las grandes líneas, la 24, aumentan los retrasos en una media de medio minuto en hora punta respecto al ejercicio pasado. Desde la plantilla, la situación se ve desde una perspectiva completamente opuesta. Según explicó el presidente del comité de empresa, Miguel Pereira, (CCOO), se han reducido hasta en 40 los vehículos en servicio al prescindir prácticamente de la contratación de personal eventual y los tiempos de espera han aumentado en un 20%.
"Se ha reducido la flota en un 10% porque no tienen conductores para prestar servicio porque hay 88 compañeros en la calle. Y eso está provocando largos retrasos en las paradas. Las esperas han podido aumentar en un 20%, especialmente en las líneas circulares y las de los barrios. Se ha notado en verano y se sigue notando en septiembre", resume Pereira, quien advierte de que los conductores tienen cada vez más presión: "Se ha reducido el tiempo para que un vehículo haga un recorrido hasta un extremo que muchas veces es imposible de cubrir, eso provoca pérdidas y que se acumule más de un autobús en la parada".
La dirección asume la reducción de buses -aunque lo plantea de forma anecdótica y muy lejos de los 40 que denuncia CCOO-, pero según sus datos otros factores compensan la balanza: "Esta temporada hemos ajustado los horarios partiendo de un incremento de la velocidad comercial con medidas como la tarjeta sin contacto, la prioridad semafórica en cruces, los sentidos únicos, la disminución del tráfico privado (...) Se ha mejorado la frecuencia de paso de la mayoría de las líneas, aún reduciendo en algunos casos los vehículos asignados", apuntan desde Tussam.
Según los datos de la empresa prácticamente todas las líneas han mejorado en este curso una media de medio minuto. El mayor descenso en los tiempos de espera se registra en la línea 5 que, tras su fusión con la 23, ha pasado de 8 minutos de media a 6,1. En el resto de las grandes líneas la caída media es inferior al medio minuto en las horas punta: en la 1 se pasa de 8, 3 a 7,9; en la 2, de 6,4 a 6,1; en la 6 pasa a 6,4 minutos de media: en la 12 se reduce a 3,6 minutos por la mañana; en la 13, se queda en 4,3 minutos; mientras que en la 27 sigue en unos 6,4. Las circulares se mantienen prácticamente igual, entre los 5,9 minutos de la C1 en hora punta, y los 8,7 que puede alcanzar la C4 por las tardes.
La única caída asumida por la empresa es la de la línea 24, afectadas por los recortes al reducirse en un 10% sus viajeros. Por las mañanas ha pasado de 7,3 a 7,9 minutos de espera.
