Cuando entre en vigor el decreto de parques naturales, habrá dos tipos de actuaciones urbanísticas: las que estén sujetas a autorización de la Consejería de Medio Ambiente y las que sólo necesitarán de una "comunicación previa" de la Junta. Así, la construcción de viviendas y edificios en explotaciones agrícolas, forestales o ganaderas dentro de los límites del parque no necesitará más que la preceptiva licencia de obra que otorga el consistorio, y no un permiso extra del Gobierno andaluz, como hasta ahora.
Habrá condiciones: se podrán levantar viviendas sin aprobación previa de la Junta de hasta 600 metros cuadrados incluyendo una casa de 200 metros, patio e instalaciones complementarias en parcelas forestales con un mínimo de 25 hectáreas, suelos de secano de hasta cinco, explotaciones de regadío de más de tres y huertas con un mínimo de 1,5 hectáreas. Quedan fuera del permiso de Medio Ambiente las obras para hacer casetas de aperos o instalaciones de servicios, siempre que no superen los 40 metros cuadrados, así como las naves de hasta 500 metros. Para Ecologistas en Acción las nuevas condiciones suponen que podrán hacerse "chalés de hasta 600 metros cuadrados y casitas de 40 en un espacio privilegiado", denuncia José Sillero, coordinador en Andalucía de la ONG.
"Esto es un despropósito, un golpe de estado contra los parques, porque están confundiendo agilizar con no supervisar", denuncia. Su alarma la comparte IU. Su parlamentario por Cádiz, Ignacio García, denuncia que el texto "no ha pasado por la Cámara andaluza" y supone una "aberración". "Confiar el ladrillo sólo a los alcaldes es una bomba de relojería", dice.
