Economía

Un grupo especializado en firmas en crisis compra Nueva Rumasa

La familia Ruiz-Mateos “malvende” por 1.500 millones sus sociedades al empresario que adquirió Marsans en junio de 2010.

el 09 sep 2011 / 08:51 h.

José María Ruiz-Mateos acompañado por algunos de sus hijos y parte del personal de sus firmas.
La familia Ruiz-Mateos ha formalizado la venta de su grupo Nueva Rumasa, en situación de concurso de acreedores , a Back in Business, sociedad de Ángel de Cabo, empresario que en junio del año pasado se hizo -a través de Posibilitum- con Viajes Marsans, y varios meses después, despidió a sus 1.400 trabajadores.


La operación se ha cerrado por el importe de la deuda de 1.500 millones que suman las empresas del grupo, si bien la cuantía final dependerá de "los posibles acuerdos que se alcancen con los acreedores".

Back in Business indicó que se hace con Nueva Rumasa con el fin de "analizar todas las líneas de negocio y tomar las medidas necesarias con el fin último de que las sociedades entren en valor y conseguir así la mayor satisfacción de sus acreedores".

De su lado, la familia Ruiz-Mateos mostró su satisfacción por haber alcanzado un acuerdo con una empresa "nacional y de una dilatada experiencia en este tipo de situaciones". "Ello supone una garantía de continuidad de la actividad y, por consiguiente, de los puestos de trabajo", afirmó.

Justificó su decisión de "malvender" las empresas, cuyos "importantísimos" activos valora en unos 6.000 millones, a "precios irrisorios", lo que ha supuesto un "grave deterioro" de su patrimonio, ante una "injusta, cruel, encarnizada y continuada persecución, nunca jamás conocida".

En un comunicado, los Ruiz-Mateos afirmaron que la venta de Nueva Rumasa se ha llevado a efecto "en beneficio de todos los acreedores, inversores de pagarés y empleados". Así, el fundador del grupo, José María Ruiz-Mateos, asegura a sus inversores que "cobrarán" porque la venta "no altera las garantías concedidas anteriormente" y recalca su "firme compromiso" para hacer frente al reembolso de los pagarés.
Como prueba de ello, señala que en la operación se les respeta la cesión de los derechos económicos de la antigua Rumasa, a la que ya se han adherido gran parte de los inversores. "Aunque nos cueste sangre, sudor y lágrimas", apostilla el empresario.

En este sentido, asegura que la conducta de la familia "siempre ha sido de buena fe y sujeta a la ley" y nunca estuvo en su ánimo defraudar a las personas que depositaron su confianza.

La familia atribuyó su decisión de optar por la oferta de Ángel de Cabo "entre las numerosas recibidas en los últimos meses", ante "el profundo conocimiento del grupo y su probada solvencia económica y de gestión". "Nos garantiza la mejor alternativa posible para trabajadores, proveedores y clientes".

Back in Business ha adquirido las sociedades matrices que sustentan la actividad de Nueva Rumasa tras cinco meses de negociación y una due diligence (auditoría en profundidad).

La empresa compradora se ha centrado en "estudiar las distintas áreas de negocio del grupo y sus activos", para finalmente proceder en las últimas tres semanas a cerrar la "compleja operación" de compraventa.

La transacción se registra siete meses después de que el pasado 17 de febrero la familia Ruiz-Mateos reconociera la insolvencia de sus principales firmas y solicitara el concurso de acreedores para diez de sus sociedades a las que posteriormente se han sumado otras filiales. Entre las firmas de Nueva Rumasa actualmente en concurso figuran Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa, Quesería Menorquina y el Rayo Vallecano. No obstante, el club de fútbol no forma parte de la transacción, dado que ya se vendió en mayo al empresario madrileño Raúl Martín Presa por su deuda de 40 millones, mientras que Quesería Menorquina fue vendida a directivos y trabajadores.

Back in Business, que ha nombrado a Iván Losada director general del grupo Nuevo Rumasa, contempla como "prioridades a corto plazo" mantener un contacto "claro y transparente" con las administraciones concursales, "evitar el desmembramiento del grupo y acordar unos convenios de acreedores sostenibles que consoliden el futuro de las distintas firmas".

En este sentido, indicaron que "en las próximas semanas" seguirán profundizando en los planes de viabilidad de cada actividad, "en colaboración con la administración concursal".

Del lado de los trabajadores, la decisión ha sentado como un jarro de agua fría. El secretario de Política Industrial de UGT, Sebastián Serena, aseguró que existen "dudas" sobre el alcance de la operación y su "validez", ya que varias sociedades están en proceso de liquidación y la calificó de "nueva estratagema a espaldas y traición de los trabajadores".

El secretario de la Federación Agroalimentaria de CCOO-A, Antonio Perianes, calificó de "sorprendente" la venta, porque no está en manos de sus anteriores propietarios por el proceso concursal, y dijo desconocer si han vendido las marcas.


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