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Un joven de 17 años muere arrollado en Los Remedios al huir de una pelea

Antonio iba con sus amigos a coger el autobús de vuelta a San Juan de Aznalfarache tras pasar la noche en la zona de movida de Los Remedios, cuando se vio envuelto en una pelea. Al correr para alejarse se metió en la calzada y un coche lo arrolló, causándole la muerte a sus 17 años. Foto: Antonio Acedo.

el 15 sep 2009 / 17:21 h.

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Antonio iba con sus amigos a coger el autobús de vuelta a San Juan de Aznalfarache tras pasar la noche en la zona de movida de Los Remedios, junto a los clubes Náutico y Mercantil, cuando se vio envuelto en una pelea. Al correr para alejarse se metió en la calzada y un coche lo arrolló, causándole la muerte a sus 17 años.

El atropello, el sexto de gravedad en tan sólo diez días y el segundo con una víctima mortal, se produjo en torno a las 4.10 de la madrugada del viernes al sábado en la avenida Carrero Blanco, a la altura de Juan Sebastián Elcano. Antonio salió corriendo para evitar la agresión de otro grupo de chavales que les estaban tirando botellas -llegaron a herir en un brazo a otro amigo- y se saltó la mediana de la calle. Salió de entre los matorrales que separan los dos sentidos de la vía e invadió la calzada, echándose encima de un Ford Focus rojo conducido por un grupo de jóvenes de Bormujos, que casualmente lo conocían, y que no pudieron evitar la colisión.

El golpe fue definitivo. No le produjo heridas externas, pero sí un traumatismo craneoencefálico y lesiones internas de las que ya no se repondría. Aún así, los médicos del 061 que acudieron, alertados por las numerosas llamadas de testigos que recibió el 112, se esforzaron al máximo: durante toda una hora le practicaron en el lugar del accidente prolongadas maniobras de reanimación de toda clase, consiguiendo que se recuperara y se estabilizara lo suficiente para trasladarlo al Virgen del Rocío.

Para que el recorrido se hiciese en el menor tiempo posible, tres patrulleros de la Policía Local fueron abriendo paso a la ambulancia, y entre todos lograron que ingresara con vida en el hospital. Pero falleció muy poco después.

Mala suerte. El padre de la víctima, Antonio Olmedo, lamentaba la mala suerte que tuvo su hijo: cuando se inició la pelea, Antonio y los tres amigos de su edad que lo acompañaban estaban a pocos metros de la parada en la que iban a coger el autobús de vuelta a San Juan. Solían salir los viernes por Sevilla, y anteanoche, tras pasar por los alrededores del bar Chile y comprobar que había poca gente, se habían unido a las botellonas que se celebran los fines de semana en Los Remedios, junto al Náutico y al Mercantil. Parte de la pandilla se había ido antes y ellos estaban ya de regreso a casa, según explicó uno de los miembros de la pandilla.

Pero por el camino pidieron un cigarro a otros jóvenes que estaban en un coche y éstos "se rebotaron, empezaron a insultarlos y los persiguieron lanzándoles botellas", explicaron ayer familiares y amigos del fallecido. Un botellazo le rajó el brazo a Alejandro, uno de los tres chicos que iba con Antonio, que recibió 20 puntos de sutura tras ser operado porque le cortaron el tendón. "Los del coche no tuvieron una reacción normal", explicaban los amigos, "les podían haber dicho que no tenían tabaco y ya está". Pero ante la agresión, todos salieron corriendo. Algunos por la acera y Antonio por la calzada, lo que desencadenó el accidente.

La autopsia se realizó ayer por la mañana en el Instituto Anatómico Forense, donde los familiares permanecieron acompañándolo con gran tristeza hasta su traslado al tanatorio de la SE-30. Hoy será enterrado en San Juan, tras una misa en la parroquia de San José Obrero a las 13.00 horas.

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