Todo apunta a que un reventón de una rueda del autobús fuese el causante del accidente del domingo en Oropesa del Mar (Castellón) en el que murieron ocho personas, ya que el vehículo sólo tenía seis años de antigüedad, había pasado todas las revisiones preceptivas, la última de ellas en octubre de 2007, y el conductor había cumplido sus períodos reglamentarios de descanso, pues llevaba casi dos días sin conducir un autocar. Así lo confirmó ayer a Efe Francisco Guerrero, encargado de la empresa propietaria del vehículo, Autocares Meroño, con sede en Cartagena, quien señaló que el conductor había terminado su último servicio sobre las 17.00 horas del viernes, y no comenzó a conducir el autocar siniestrado hasta las 13.30 horas del domingo, cuando comenzó a manejarlo en la estación de autobuses de Murcia.
En el accidente fallecieron ocho personas, dos de ellas de nacionalidad española, entre los que se encuentra el conductor del autocar, y el resto de origen marroquí que viajaban desde Marruecos hacia sus lugares de residencia en Cataluña, principalmente Tarragona y Barcelona. Además, otros 45 viajeros sufrieron heridas de diversa consideración, cinco de ellos seguían ayer en estado grave.
Por su parte, el rey Mohamed VI de Marruecos ha decidido hacerse cargo personalmente de los gastos médicos y de repatriación de las víctimas del autobús, según informó la agencia MAP.
Otro siniestro. Cabe destacar que ayer otras cinco personas resultaron heridas al sufrir un accidente con la furgoneta en la que viajaban por la AP-7, a la altura de Oropesa del Mar, justo en el mismo kilómetro donde el domingo se salió de la vía el autocar procedente de Marruecos, según informó la Guardia Civil de Castellón.
