Local

"Un trabajador de la viña del Señor"

Experto en educación, Gómez Sierra propició con su gestión que Cajasur dejase Andalucía.

el 18 dic 2010 / 22:17 h.

TAGS:

Nacido en Madridejos (Toledo) en 1957 y ordenado sacerdote en Córdoba hace 28 años, Santiago Gómez Sierra se definió ayer en la capital califal (donde compareció junto al obispo cordobés, Demetrio Fernández) como “un pobre trabajador de la viña del Señor en la Iglesia particular de Sevilla”. Lo mismo hizo en su saludo de presentación como obispo auxiliar, un texto en el que recordaba que también así se presentó Benedicto XVI nada más ser designado Papa.

Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación (sección Filosofía) y en Teología (Especialidad Dogmática y Fundamental) es, en palabras de Juan José Asenjo, “un sacerdote excelente y muy querido en Córdoba”, canónigo de la catedral cordobesa desde 2005 y máximo responsable de la resurrección de la Obra Pía Santísima Trinidad, que gestiona cuatro colegios, tres guarderías y cuatro residencias de mayores.

Experto en educación (Asenjo ya anuncia que le dará responsabilidades en este campo, así como que lo encargará del Plan Diocesano Pastoral), sin embargo será recordado sobre todo por su papel como presidente de Cajasur (caja de ahorros gestionada por el Cabildo cordobés) desde 2007 hasta su absorción en BBK este mismo año. Es, en definitiva, el hombre que cerró el ataúd de una entidad que era símbolo de Córdoba, un proceder que le valió expedientes del Banco de España aún en curso.

Su designación en 2007 ya fue una sorpresa, pero más aún lo fue que no siguiera el sendero abierto por su mentor Asenjo (que devolvió Cajasur a la tutela de la Junta de Andalucía) y que optara por las formas de Miguel Castillejo. Los diagnósticos del Banco de España fueron contundentes: excesiva apuesta por el sector inmobiliario, demasiado dinero circulando, escaso control que propició el nombramiento de hasta tres directores generales...

La senda llevó a donde tenía que llevar (suspensiones de pagos, morosidad...) y a varias advertencias del Banco de España, la última de ellas tajante: Cajasur tenía que fusionarse con Unicaja. Hubo negociaciones, pero Gómez Sierra nunca tuvo intención real de que aquello prosperase, por un lado porque quería una importante compensación para la caja cordobesa y, por otro, porque dicen que nunca se entendió con el presidente de Unicaja, Braulio Medel, y que incluso llevó la cuestión al terreno de lo personal al considerar que iba contra él.

Al final, el pasado 22 de mayo todo saltó por los aires y Cajasur rechazó la fusión, lo que derivó en la intervención fulminante del Banco de España, que abrió un proceso que concluyó en julio con la banca en poder de BBK. Unicaja llegó a ofrecerle la vicepresidencia de la entidad fusionada, la presencia de una importante obra social en Córdoba y compensaciones en inmuebles. Llegó a sellar un pacto con los trabajadores, pero de nada sirvió: al final Cajasur desaparece como caja y se marcha de Andalucía, porque su sede social es la de un banco en Bilbao.

¿Por qué Gómez Sierra forzó tanto que condenó a su caja al suicidio? Unos dicen que por perseguir una compensación más importante (el Cabildo le ha reclamado 20 millones a BBK, que pagará... menos de un euro) y otros que no podía ver a Medel, y también los hay que le acusan de no querer tratos con la Junta, que eso era rendirse al PSOE. Sea como sea, la Iglesia lo asciende y Asenjo se lo trae a Sevilla. Se vea como se vea, esto es un premio.

  • 1