Investigación. El departamento de Asuntos Internos llevaba dos años investigando al policía, que se trasladó al grupo VII hace un año.
Le piden ayuda. Su nombre apareció en conversaciones entre narcos que querían trasladar un alijo de Cádiz a Sevilla. La Policía frustró la operación, incautó 1.500 kilos de hachís y detuvo a 11 personas, incluido un policía local sevillano. Varios eran amigos suyos de la infancia y lo llamaron para pedirle ayuda. Él afirma que no la prestó pero fue imputado por un juzgado.
Detienen a su socio. En una operación dirigida por un juzgado de Ayamonte es detenido el socio con el que el policía regenta una tienda en Nervión, con quien dice que se asoció porque es un culturista conocido. El agente afirma que al saber que "no era una persona limpia" disolvió esa sociedad y vendió su parte de la tienda al socio, lo que ocurrió hace en torno a mes y medio.
Imputación. Asuntos Internos detuvo al policía y lo puso a disposición de la juez de Instrucción 11, que lo dejó libre con cargos pero sin ninguna medida cautelar. La propia Policía imputó al jefe del grupo, que no fue detenido ni llevado ante la juez, y sigue investigando al resto de los agentes.
Acusaciones. Agentes del grupo VII lanzaron durísimas acusaciones contra de departamento de Asuntos Internos de Sevilla y dijeron ser "víctimas de una operación de acoso y derribo" que justificaron por envidia de otros grupos antidroga y porque ayudaron al grupo llegado de Madrid a resolver el robo de los 150 kilos de cocaína por el que está en prisión un ex agente de la Udyco.
