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Villarreal B-Betis: ganar, ganar... o ganar

El Betis visita esta noche al Villarreal B (21.00 h., C+Liga y Gol TV) y no tiene más remedio que ganar si quiere seguir tercero.

el 04 abr 2010 / 19:48 h.

El contundente y repetitivo titular de esta página podría encabezar las previas de todos los partidos que le quedan al Betis de aquí a que termine la temporada, dentro de doce jornadas, pero aparece hoy porque el equipo verdiblanco vuelve a jugar un lunes y sabe qué han hecho todos sus rivales directos. Y lo que han hecho algunos de ellos, ganar, lo obliga a regresar de la ciudad deportiva del Villarreal con los tres puntos si no quiere abandonar la zona de ascenso, esa que tanto le ha costado alcanzar y en la que sobrevivió de milagro la semana pasada porque ninguno de los que lo perseguían fue capaz de vencer. Eso no ha ocurrido este fin de semana. El Cartagena derrotó a Las Palmas y el Levante triunfó en Soria, así que ambos le han dado la Pascua: el Betis vuelve a estar detrás de ellos en la clasificación (es quinto de forma provisional) y la única manera de devolverles la presión es imponerse al filial del Villarreal, un grupo de chavales que juegan bastante bien al fútbol, en un estadio que es miniestadio, donde sólo ha sido capaz de ganar uno de sus catorce visitantes (el Rayo, por 0-2, y hace ya seis meses).

La encrucijada es muy peliaguda para el Betis. Es la enésima vez, pero es lo que hay en esta categoría tan mediocre e igualada. Ganar equivale para el conjunto de Heliópolis a continuar tercero y, por tanto, en la zona de ascenso; colocarse a un solo punto del segundo, el Hércules, que ayer cayó en Anoeta; impedir que el Cartagena vuelva a alejarse a dos o tres puntos y se rearme de moral y confianza; mantener dos puntos de ventaja sobre el Levante; y alejar al Numancia a cuatro puntos y al Elche, a seis. No ganar, en cambio, significa que el Betis volverá a salir de los puestos de ascenso; que enlazará dos jornadas consecutivas sin una victoria (y dos derrotas seguidas en caso de perder, obviamente); y que la bonanza que trajo aquella serie de cuatro victorias tornará en intranquilidad en un momento no muy propicio para acumular tropiezos.

Dice Víctor Fernández, al recordar el varapalo que le propinó el Girona, que sus hombres han reaccionado muy bien en los entrenamientos. Más le vale al maño que ese comportamiento se repita hoy sobre el césped del Miniestadi villarrealense, pero cualquier duda previa es más que legítima porque si de algo ha pecado esta plantilla desde hace cuatro temporadas y media es de fragilidad mental y falta de carácter. A la vista está que el Betis no ha sido capaz de remontar ni un marcador adverso en lo que va de campaña (sólo empató en Cádiz después de ir perdiendo). Y a la vista está que el Betis se encuentra en Segunda. Pero si de algo puede presumir el equipo de Víctor es de su solidez fuera de casa, donde aún no ha caído con el nuevo técnico al frente.

En cuanto a la alineación, Mehmet Aurelio ya ha cumplido su sanción y el once podría ser el mismo de las cuatro victorias consecutivas. El entrenador advirtió anteayer que quizá haya "alguna variación", pero no se adivina por dónde puede llegar: la defensa anda atinada, dejar a Iriney en el once tras su pésima actuación ante el Girona sería ilógico y en ataque, con Pavone fuera de forma, no hay más recambio que Sergio León. Quizá Caffa podría sustituir a Juanma, poco fino en las últimas citas, pero tampoco es que el argentino haya brillado.

ALTAS EN EL RIVAL. El Villarreal B, con la continuidad en Segunda más que garantizada y con ganas de revancha por el 4-0 de Sevilla, presenta dos altas: Catalá, que la semana pasada fue llamado por el primer equipo, y Cristóbal, recuperado de unas molestias. Incluso puede repescar al central argentino Musacchio, que viajó con el primer equipo a Valladolid pero no jugó nada. La novedad será la titularidad de Joan Tomás, al que de algo debe servirle haber marcado dos goles en Castellón.

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