Cofradías

Enrique Casellas: «Mi Hermandad de los Gitanos viene conmigo al atril»

Sensaciones del pregonero tras una semana desde su designación

Juanma Labrador jmlabradorj /
14 oct 2022 / 10:09 h - Actualizado: 14 oct 2022 / 10:09 h.
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En medio de una intensa actividad profesional que, incluso, le lleva a viajar y a permanecer fuera de la tierra de sus amores durante varios días; en un momento muy dulce de su vida, manteniendo siempre la ilusión del primer día ante los proyectos que tiene por delante; sintiéndose siempre querido por quienes le rodean: su hermandad, sus amigos, su familia... Y, quizás, cuando menos lo esperaba, recibió una llamada que muchos suelen anhelar. En su caso, todo ocurrió el pasado 7 de octubre, festividad de la Virgen del Rosario para más señas, de una manera muy natural, como es él, sin forzar ninguna maquinaria, teniendo los pies en el suelo y tratando de ser, como le enseñó su padre, una buena persona, humilde y trabajadora y sencilla.

Enrique Casellas: «Mi Hermandad de los Gitanos viene conmigo al atril»


Acababa de regresar de París junto a su compañero de fatigas, quien precisamente iba al volante del vehículo en el que llegaban a su próximo destino: Fuengirola. En el momento de acceder al parking del hotel donde se alojarían, Enrique Casellas recibe esa llamada citada anteriormente. Era Paco Vélez, el presidente del Consejo, que tenía para él una encomienda muy especial y emotiva: pronunciar el Pregón de la Semana Santa de Sevilla del año 2023. El nombramiento, al parecer, ni se votó en la mesa de la calle San Gregorio donde se reúne la junta superior, sino que se propuso el nombre y fue unánime la aceptación. Casellas tenía que pregonar la próxima Semana Santa, y así se lo hacen saber al elegido, que acepta sin dudarlo.

Enrique Casellas: «Mi Hermandad de los Gitanos viene conmigo al atril»


Nada más colgar el telefóno, el primer abrazo se produce con su compañero, que es David Gutiérrez, y antes de que pudiera hacerse pública la designación en los medios de comunicación y en las redes sociales, el ya nuevo pregonero llama a su madre y a su esposa. La primera, emocionada intensamente, casi no puede creerlo, y su mujer pensaba, al principio, que podía ser una broma de su marido, y finalmente las dos mujeres de la vida de este hombre son las primeras que como, siempre, van estar a su lado. Y a partir de ahí el teléfono comienza hacer una locura. Sin embargo, Enrique y David tienen que actuar esa noche, por lo que tienen que prepararse. Afortunados pueden considerarse aquellos que llegaron a contactar con él en esos primeros minutos, entre ellos Marcelino Manzano, a quien le hizo saber el pregonero que si le llamaba el arzobispo, a lo mejor ya estaría cantando y no podría contestarle hasta el día siguiente, advirtiéndole entonces Manzano que monseñor ya le llamaría la próxima semana. Quién sí logra hablar esa tarde con Casellas es Antonio Muñoz, el alcalde, que vive ya en este cargo la primera elección de un pregonero.

Enrique Casellas: «Mi Hermandad de los Gitanos viene conmigo al atril»


Ese primer fin de semana de su nombramiento fue muy agitado, pero no por ello emocionante e inolvidable. Casellas regresa pronto a Sevilla para reencontrarse con la ciudad a la que tendrá que anunciarle su Pasión, sintiendo que su tierra es más suya que nunca. Su hija, Pastora de los Reyes, ya en plena adolescencia, disfruta con la buena nueva de su padre, mientras que el pequeño, Juanma, a pesar de su edad, sí es consciente, al menos, de la relevancia del pregón. «Papá, ser pregonero es muy importante, ¿verdad?». Va recibiendo llamadas de anteriores pregoneros, como su antecesor, Julio Cuesta, o de otros como Alberto García Reyes, Fernando Cano-Romero, Antonio García Barbeito, Ignacio Pérez Franco o, incluso, Charo Padilla, a la que se encuentra el domingo por la mañana paseando por el centro... y siempre abrazos sinceros uno detrás de otro. Ese domingo acude a misa al santuario de su Hermandad de los Gitanos, su casa, donde se ha criado, donde sus hermanos son su familia, y ya por la tarde acudió a la procesión de la Encarnación de los Terceros. Recordemos que Casellas es también un hombre de Glorias pues las pregonó en 2004 y, además, es también hermano de la Sagrada Cena, a la que pertenece dicha imagen letífica.

Enrique Casellas: «Mi Hermandad de los Gitanos viene conmigo al atril»


Cabe recordar que Enrique se formó y creció muy cerca de ese convento de Capuchinos donde habita la Divina Pastora, porque él, ante todo y sobre todo, es pastoreño, mas sin olvidar su devoción por los titulares de los Gitanos. De hecho, con la noticia aún caliente de su designación, entre abrazos, felicitaciones y paradas de la gente por la calle, aún no ha tenido tiempo, lógico y normal, para empezar a plantearse el texto de su disertación. Obviamente, la poesía va a tener un peso específico, si bien Casellas no quiere hacer una simple exaltación de los días sacros según Sevilla, sino que, además, pretende transmitir un mensaje, como ya hecho en otras ocasiones anteriores como cuando fue pregonero en Utrera o pronunció los pregones de los Armaos, del Rocío del Salvador o, ya más lejano en el tiempo, el de los Gitanos, qué lo hizo en 2003, cuando la corporación conmemoraba los 250 años de su fundación, y ahora, dos décadas después, Enrique Casellas tiene clara una idea: el próximo Domingo de Pasión, toda su Hermandad de los Gitanos sube con él al escenario del Teatro de la Maestranza para ubicarse en el atril. No sabe todavía qué marcha elegirá para abrir el acto, pero tiene muy claro a que estará dedicada la pieza musical: a los suyos, a su hermandad, a los Gitanos.

Enrique Casellas: «Mi Hermandad de los Gitanos viene conmigo al atril»


La cuenta atrás hacia el 26 de marzo ha comenzado. Enrique sabe que le queda por delante una intensa agenda, que tendrá que compaginarla con sus viajes para sus conciertos, pero tratará de disfrutar de todo lo que pueda. Es consciente de que el pregonero ha de darse a la ciudad, y sentirá de cerca muchos privilegios, puesto que sabe que será invitado, como así ocurriese con sus antecesores, a diversas citas, como las bajadas de las Esperanzas para sus besamanos, la función solemne a la Virgen del Refugio de San Bernardo, la entrega de las pastas del pregón por parte de la Tertulia «El Cirio Apagao» y un largo etcétera. Desconoce aún otras citas a las que puede ser llamado, al igual que tampoco sabe si en su pregón solamente hará uso de la palabra o también entrarán en escena, y nunca mejor dicho, otros elementos como puede ser la propia música. Lo cierto y verdad es que toda Sevilla aguarda escuchar un pregón memorable, y eso que Enrique Casellas no se considera un pregonero al uso, pero a pesar de todo es un gran escritor, un magnífico compositor, y tiene un corazón tan puro, tan auténtico -que se lo digan a Marta, su mujer-, que sabrá tocar las fibras sensibles para anunciarle a la ciudad, cuando ocupe el atril, que en pocos días veremos nuevamente cofradías por nuestras calles.