Sevilla recupera la Parroquia del Sagrario tras cuatro años de obras

El templo podrá visitarse entre el 23 y el 26 de noviembre, antes de su reapertura definitiva al culto el 1 de diciembre

El retablo mayor de la Parroquia del Sagrario

El retablo mayor de la Parroquia del Sagrario / Juanma Labrador

Juanma Labrador

La Parroquia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, realmente denominada de San Clemente, ha vuelto a ver la luz tras años de oscuridad debido a las obras realizadas en el templo y que la pandemia obligó a paralizar, alargando más en el tiempo su cierre al culto. Fue en 2019 cuando comenzaron estos trabajos que se han prolongado durante un cuatrienio y que ha dirigido el arquitecto Eduardo Martínez con la empresa Proyectos y Restauraciones Kalam. Al pertenecer este recinto sacro al propio Cabildo Catedral, ha sido éste quien se ha encargado de invertir en estas labores, ascendiendo los costos a un total de 3.033.680,52 euros.

Este templo adolecía de unos problemas patológicos que afectaban seriamente a la edificación, de hecho, las obras con las que se han reforzado la cimentación han sido bastante laboriosas, alargándose hasta el momento en que pudo asegurarse en su integridad toda la estructura de esta céntrica parroquia. Es más, retomadas las obras tras la pandemia y la crisis económica derivada de la misma, tanto en febrero como en septiembre del pasado año 2022, el Cabildo acordó ampliar de estas obras para incluir la restauración absoluta del pavimento, las criptas, los paramentos, las bóvedas y los relieves escultóricos, así como la cúpula del crucero y las balaustradas.

De todo ello se ha informado en la rueda prensa celebrada en la mañana de este miércoles 22 de noviembre, en la que se han hallado presentes el deán de la Catedral, Francisco Ortiz, y el párroco del Sagrario, Manuel Cotrino. Además, en la recta final de las obras se han acometido diversas tareas de limpieza y conservación preventiva en su patrimonio mueble, contándose con un equipo de restauradores integrado por los profesionales María Barrera, Carmen Gallego, Fátima García y Pablo Tejero. En esta misma cita se ha informado que los sevillanos podrán visitar el templo antes de su reapertura al culto durante unas jornadas de puertas abiertas entre el jueves 23 y el domingo 26 de noviembre, de ocho de la mañana a seis de la tarde, si bien el primer día no podrá visitarse hasta que no concluya por la mañana la procesión con la espada de San Fernando, que por el 775 aniversario de la recristianización de Sevilla recorrerá, en esta ocasión, las gradas altas de la catedral junto a la Virgen de las Batallas.

En lo referente al retablo mayor, se ha llevado a cabo una limpieza superficial, quedando a la espera de su restauración integral, para lo que se cuenta, desde el pasado mes de octubre, con la autorización de la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía, autorizando, a su vez, el traslado del relieve del banco de este retablo, que representa la escena de la Sagrada Entrada en Jerusalén, para someterlo a una intervención previa a su participación en la exposición que acogerá el Museo de Bellas Artes sobre el escultor Pedro Roldán, autor en el siglo XVII de las imágenes de este conjunto que procede, originariamente, del extinto Convento Casa Grande de San Francisco, donde había presidido la capilla de los Vizcaínos, recalando al Sagrario en 1840.

Finalmente, y tal y como ya adelantase en primicia La Recogía de El Correo de Andalucía, el próximo viernes 1 de diciembre será su reapertura al culto, lo cual se producirá con una santa Eucaristía que presidirá, a partir de las ocho de la tarde, monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, interviniendo musicalmente la Coral Polifónica de la Hermandad de Jesús Despojado, perteneciente a esta feligresía; y el próximo miércoles 6 de diciembre tendrá lugar el primer culto de una hermandad, como es la función principal de instituto de la Pura y Limpia Coronada del Postigo del Aceite para salir procesionalmente por la tarde. En esta parroquia residen, igualmente, la Hermandad Sacramental, una de las siete puras que conserva nuestra ciudad, y el Cristo de la Corona, habiendo permanecido ambas, durante estos años, en la propia seo hispalense.