Actualizado: 04 dic 2022 / 05:42
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“Nos encontramos ante una crisis global en cuanto a la disponibilidad de agua. Una crisis que, en Andalucía, de no actuar, parece llevar a una africanización de nuestro territorio, a la desertificación de una parte cada vez más importante de nuestro territorio. Siempre hemos convivido con las sequías propias de nuestro clima mediterráneo, nos recuerdan los medios estos últimos días... al mismo tiempo que nos dicen que estamos batiendo récords”. Con estas palabras, Luis Babiano, gerente de la Asociación Española de Operadores Públicos de Agua y Saneamiento (AEOPAS), inauguró las jornadas 'El agua urbana y el reto de la sequía', organizada conjuntamente el Consorcio de la Zona Gaditana (que abastece a cerca de un millón de personas), Aguas de Cádiz y AEOPAS, en la que han participado municipios de todas España.
“Ha sido una jornada de aprendizaje, de análisis, de compartir experiencias de otras gestiones de agua en alta y en baja, de la que sacamos conclusiones muy positivas”, ha explicado Jorge Rodríguez, que agradece a Aguas de Cádiz y a AEOPAS su implicación en el desarrollo de la jornada, así como a otras instituciones participantes, como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lamentando a su vez la ausencia de la Junta de Andalucía. Durante la jornadas se señaló que la situación de la Zona Gaditana vive una situación de preocupación pero no de alarma porque aún se tiene agua para tomar medidas para gestionar eficazmente este fenómeno climático extremo.
Entre los mensajes esenciales de las mesas de debate destacó que la sequía es un problema real con el que estamos conviviendo efecto del cambio climático que sufrimos y es necesario replantearse la gestión del agua para aprovechar al máximo los recursos hídricos. Para ello, es necesaria la digitalización de las empresas que gestionan el agua. “Ya no se planteamos hacer más pantanos, ahora nos planteamos ir más allá en la gestión del agua y solo es posible mediante la digitalización” ha afirmado Alejandro Rodríguez de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en la mesa de debate sobre la Digitalización. “La transformación digital es una manera más de planificar. Permite escalar sin las limitaciones del mundo físico” ha destacado Ramón González Carvajal, catedrático de la Universidad de Sevilla. Todo ello será posible gracias al apoyo económico que va a ofrecer del Estado a través de diferentes líneas de ayudas que se van a poner en marcha con los PERTES de digitalización de empresas de agua.
En la mesa de debate sobre la gestión de otros municipios se han abordado formas de gestión sostenible del ciclo integral del agua como es el caso de EMAYA, empresa municipal de agua en de Palma de Mallorca, que gestiona tanto el agua de la ciudad como la de regadío. “Cuando llegamos a la situación de alerta ya es tarde para tomar medidas” ha afirmado Jaume Femenías, director del ciclo integral del agua en EMAYA. “Es necesario cambiar la estrategia de afrontar la gestión del agua. Un problema global no se puede afrontar de forma local. Usamos las desaladoras para poder garantizar el suministro de agua y eso supone un sobrecoste” ha explicado Femenías. Por su parte Jaime Palop, consejero delegado de EMASESA también ha expuesto las medidas la forma de abordar la sequía que se está realizando en Sevilla con la campaña Objetivo 90, que va más allá de los consejos de ahorro, pasa por la digitalización y la comunicación directa de la empresa con las familias. “Podremos dar mensajes personalizados a cada familia para que reduzcan el consumo en un momento del día o avisarle de alguna fuga” ha explicado Palop.
En la mesa de debate de actores locales se ha puesto en valor la creación de planes de riesgo por sequía como los que ya tienen las empresas de Aguas de Cádiz y Chiclana Natural, necesarios en todos los municipios. Además, se ha planteado la necesidad de tener una planificación conjunta para combatir la escasez de agua con acciones enfocadas a las personas, como la campaña de consumo responsable RETO 100 de Aguas de Cádiz y cambiar la forma de relacionarnos con la naturaleza y con el agua. También se ha abordado la posibilidad de replantear el sistema agrícola para priorizar el abastecimiento a la población. Todos han destacado la necesidad de tener planes de gestión de sequía participados por la ciudadanía porque, como señaló Luis Moya de Aguas de Córdoba, cuando gestionamos la sequía “hay que tomar decisiones difíciles que deben de contar con el máximo consenso”. AEOPAS ha ayudado a realizar numerosos planes participados en Andalucía como son los casos de Cádiz, Lucena (Córdoba), Emproacsa, Chiclana de la Frontera (Cádiz), Emasesa, Aguas del Huesna (Sevilla) o Puerto Real (Cádiz).
No obstante, durante la jornada también se evidenció que la responsabilidad ante la sequía no puede recaer solo en los ciudadanos y municipios. En este sentido, se ha pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y a la Junta de Andalucía que realicen inversiones para la mejora de la eficiencia y el ahorro de agua en explotaciones agrícolas. “Denunciamos la falta de transparencia de la Junta a la hora de dar información a los 20 municipios consorciados sobre los gastos de gestión del canon de trasvase, que están produciendo un perjuicio millonario a los municipios de la provincia”, señaló Rodríguez.
En una región donde el regadío ocupa más del 80% del consumo del agua, no se puede gestionar la sequía sin abordar el papel de la agricultura. Por ello, el profesor Leandro del Moral, en representación de la Mesa Social del Agua, demostró que hay un “desequilibrio hídrico permanente/estructural” debido al crecimiento del regadío que está suponiendo un grave deterioro de los sistemas acuáticos y que está poniendo en peligro ya el abastecimiento de muchas poblaciones rurales de Andalucía. Conclusiones que fueron refrendadas por el secretario general de AEOPAS, Jaime Morell, quién señaló la necesidad de impulsar los sistemas supramunicipales y el papel de las Diputaciones Provinciales en dicho impulso.
AEOPAS ha pedido decididamente por políticas de gestión de la demanda. “Cuando se pierde el agua urbana no solo se pierde H₂O, también productos químicos necesarios para su potabilización y energía”, explicó Morell. Por ello inciden desde la asociación de operadores públicos en que es necesario un plan de choque de reduccioìn de fugas con una dotacioìn econoìmica superior a los 50 millones y con una subvencioìn del 100% para que los beneficiarios puedan acogerse directamente a este plan, a cambio de auditarse y de elaborar un plan de gestioìn de activos para que en el plazo de 5 años reduzcan significativamente sus pérdidas. Según AEOPAS, los beneficiarios deben ser los ayuntamientos menores de 20.000 habitantes, mancomunidades, consorcios públicos y demás entes locales de ámbito supramunicipal titulares de los servicios de abastecimiento. Asimismo, también se deben incluir a las diputaciones provinciales que ejerzan un papel de auxilio a los entes locales.
