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Actualizado: 22 feb 2016 / 17:26 h.
  • Vargas, que lleva dos asistencias y un gol en dos jornadas, controla el balón ante Carmona / Inma Flores
    Vargas, que lleva dos asistencias y un gol en dos jornadas, controla el balón ante Carmona / Inma Flores

El Betis no ganó al Sporting porque sus atacantes se atascaron de la peor manera posible, en especial el mejor de ellos, Rubén Castro, y no perdió porque Pezzella remató de la mejor forma posible una falta lanzada por Vargas. Ante los problemas de su pichichi en los últimos meses (dos goles en doce jornadas) y del resto de delanteros a lo largo de todo el curso, el equipo verdiblanco ha redescubierto la estrategia como arma para llegar a las redes enemigas y así, por ejemplo, ha logrado sus dos últimos tantos. Más vale tarde que nunca. Antes, en veintitrés jornadas de Liga y una eliminatoria de Copa, sólo había sido capaz de conseguir una diana así, a balón parado. Sin contar los penaltis que el propio Rubén transformó ante el Granada y el Athletic, claro.

No es el Betis un conjunto que en su historia reciente pueda presumir de un juego a balón parado potente o decisivo, por lo menos a la altura del que tuvo con Marcos Assunçao. Sin embargo, la estrategia no dejó de ser importante, primero con Beñat y después con Verdú (sí, con Verdú). En su penosa campaña del último descenso, por ejemplo, consiguió seis goles de ese tipo. Tras el ascenso, en cambio, esa arma era una especie de desconocida. Hasta que Vargas se ha puesto en forma, el único premio para los heliopolitanos a balón parado fue el tanto que Rennella marcó al Espanyol en la 8ª jornada, en un córner que sacó Joaquín y tocó N’Diaye, y no les valió de nada, ya que los catalanes vencieron por 1-3.

La aparición del lateral peruano ha sido decisiva para que el Betis se entere de que la estrategia también existe. En Riazor marcó el 1-2 de falta que antes tocó Rubén y contra el Sporting lanzó la falta que remató Pezzella. En La Coruña también asistió a Musonda en el 1-1, así que ha intervenido en los tres últimos goles de su equipo. Con dos asistencias, además, empata con Van Wolfswinkel en el segundo puesto del escalafón del Betis en la Liga, que está liderado por Rubén Castro con tres pases de gol: uno a Joaquín en Gijón, otro a Westermann en Vallecas y el suave pero decisivo toque que abrió el ángulo de la portería al propio Vargas contra el Dépor.