Juan Carlos Ollero no detectó la crispación que sintió Pepe Mel con su equipo en la grada del Benito Villamarín en el encuentro ante el Atlético. «Coincidí con él en el parking y me lo dijo, que había sentido mucha crispación. Yo no lo vi así, el público, salvo por lo que sucedió con Xavi Torres, estuvo tranquilo, comprendiendo que se enfrentaba a un gran rival, en absoluto vi crispación».
Al respecto también opinó Eduardo Maciá. «A veces un hecho aislado da una sensación de algo mayor. El público intentó empujar al equipo porque se veía que había posibilidades de empatar. A ras de campo quizás la sensación es diferente. En el campo los gritos o un momento de queja parece más de lo que es. El comportamiento del público fue ejemplar y en la línea de lo que es nuestra afición, de sostener al equipo pero también exigente», apuntó el director deportivo.
El presidente respondió dos cuestiones sobre la vida institucional, y lanzó un mensaje al exvicepresidente Manuel Castaño. «Nos gustaría que los accionistas ejercieran sus derechos para algo más que discutir cada mes los resultados de una junta, creo que con imaginación y generosidad podría ser de otra manera. Este consejo nunca ha presentado una cara agria a cualquier intento de concertación», y apuntó que si Castaño persevera en la línea de actuación de los últimos tiempos «actuaremos en consecuencia».
No aclaró que se hayan dado nuevos pasos en busca del pretendido acuerdo con Ruiz de Lopera, aunque mantiene que ese es «un propósito de este consejo para acabar con la situación que tanto daño hace al Betis. No vamos a renunciar a un intento de acuerdo, poniendo al Betis por encima de nuestros propios intereses personales, si los hubiera».
