Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 28 dic 2019 / 08:50 h.
  • Los secretos del chocolate

Durante las navidades aumenta el consumo de dulces en los hogares. Las mesas se adornan con bandejas de mantecados, chocolates y turrones, que acompañarán a todos los invitados durante las largas veladas familiares de esta época. Pero ¿qué secretos esconde el chocolate? ¿por qué nos gusta tanto? ¿cuáles son sus beneficios para nuestra salud?

El chocolate tiene su origen en México, donde, según la leyenda, el Dios Quetzalcoatl regaló el árbol del cacao a los hombres, que años después, pasaría a bautizarse con el nombre científico Theobroma Cacao, que significa en griego “alimento de los dioses”. Este fruto de la planta del cacao llegaba a Europa procedente del continente americano debido a las expediciones de Colón, implicando dicho acto la introducción del chocolate en la gastronomía de continente y su futura extensión global.

En la actualidad, el mercado cuenta con una gran cantidad de variedades de chocolates para saciar el placer gustativo de los amantes de este dulce. Sin embargo, escoger un buen chocolate es bastante importante, ya que sus beneficios y propiedades aumentarán según el % de sólidos de cacao y de la cantidad de ingredientes que contenga, como fruta o frutos secos.

Si el chocolate contiene una mayor cantidad de sólidos de cacao, es decir, pasta de cacao, también contará con más energía, grasas, grasas saturadas, fibra, magnesio, cafeína, flavonoides, triptófano y anandamina. Por el contrario, contendrá menos azúcares y calcio. Por su parte, el chocolate blanco o con leche cuenta con más cantidad de azúcar y calcio, y con menos cantidad de proteínas, grasas saturadas, fibra y energía.

Según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), 100 gramos de chocolate negro 70-85% cacao cuenta con 598 kcal de energía, 7,79 gramos de proteínas, 42,63 gramos de grasa, 24,5 gramos de grasas saturadas, 45,9 gramos de hidratos de carbono, 23,99 gramos de azúcares, 10,9 gramos de fibra y 80 miligramos de cafeína, mientras que 100 gramos de chocolate blanco contiene 539 kcal de energía, 5,87 gramos de proteínas, 39,09 gramos de grasa, 19,4 gramos de grasas saturadas, 59,24 gramos de hidratos de carbono, 59 gramos de azúcares, 0,2 gramos de fibra y 0 miligramos de cafeína.

En cuanto al chocolate con frutos secos, este tipo de dulce trae consigo un aumento en grasa, pero esta, a diferencia de la grasa del cacao, es esencialmente de tipo monoinsaturado. Este tipo de grasas “se relacionan con una disminución del colesterol total y LDL (colesterol “malo”), cuando reemplazan parcialmente a los ácidos grasos saturados. Los frutos secos además enriquecen en chocolate en proteínas y en minerales como calcio, potasio, fósforo y hierro”, explican desde la OCU.

Desde otro ángulo, la fama del chocolate ha ido aumentando gracias a algunos “mitos” y beneficios que se le han ido atribuyendo con el tiempo. ¿Cuáles son ciertos y cuáles no? Según el informe de la OCU, solo dos de los efectos más famosos del chocolate serían ciertos.

El efecto estimulante del chocolate sería uno de los beneficios reales, debido a que contiene cafeína y teobromina, sustancias que estimulan el sistema nervioso central, haciendo que el consumidor se sienta más enérgico temporalmente, produciendo nerviosismo y taquicardia si su consumo es excesivo.

El efecto antidepresivo es uno de los beneficios que no se han podido demostrar ya que, aunque contienen moléculas como la feniletilamina, la anandamina o el triptófano, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no autoriza esta relación.

La adicción al chocolate es uno de los efectos más famosos de este dulce, pero, a pesar de contener sustancias estimulantes, no se cuenta con pruebas que demuestren que el chocolate no contiene sustancias capaces de inducir a una verdadera adicción, más bien se hablaría de ansiedad.

El efecto saciante del chocolate negro fue demostrado en un estudio con individuos que consumieron chocolate de este tipo, sintiéndose más saciados y con menor deseo de comer algo dulce u otros alimentos calóricos que tras consumir chocolate con leche.